Comencé mi carrera en 2006 como analista cuantitativo, centrándome en medir y equilibrar riesgos. Pasé a convertirme en gestor de carteras, asumiendo riesgos en lugar de evaluarlos. Sin embargo, el riesgo sigue siendo mi punto de partida para las inversiones. El riesgo explica por qué podemos esperar una recompensa, pero esta puede tener diferentes formas y tamaños. Este artículo versa sobre las diferencias que existen entre el trading y la inversión, cuáles son sus riesgos, cómo se recompensan y qué es lo que hay que conocer antes de empezar.Si buscas «¿cuál es la diferencia entre trading e inversión?», encontrarás algunos conceptos y explicaciones como que: el trading es a corto plazo, mientras que invertir es a largo plazo, hacer trading es más arriesgado, e invertir es más seguro, etc.¿Qué es mejor, el trading o la inversión? ¿Es mejor invertir que hacer trading intradía?Para poder responder esta pregunta, debes comprender la diferencia que hay entre trading e inversión.Trading intradía vs. invertir: ¿cuál es la diferencia?
Los pilares del trading y la inversión
Si el trading o la inversión fuera una dieta o una rutina de ejercicios, ¿cuál elegirías en función de tus objetivos? ¿Quieres mejorar tu tiempo en una maratón, aumentar tu press de banca en el gimnasio o simplemente entrar en la ropa que te habías comprado en las rebajas?¿Qué es hacer trading y qué es invertir? Cuando inviertes o compras una acción, lo que obtienes a cambio es un dividendo y, con suerte, un beneficio si el precio de la acción sube. Piensa en ello como si prestaras tu dinero: te pagan una cantidad periódica, igual que los intereses de una cuenta bancaria con rentabilidad. Sin embargo, a diferencia de una cuenta bancaria, podrías recibir más de lo que prestaste si la empresa va bien. Del mismo modo, también es posible que no recuperes nada si esta fracasa.Estás asumiendo un riesgo, por lo que debes esperar una recompensa. A eso lo llamamos prima de riesgo; y como inversor, tu objetivo es cosechar una prima de riesgo. Si le das a tu inversión el tiempo suficiente, debería crecer de forma lenta pero segura. La mayoría de los inversores agrupan sus inversiones en una cartera de acciones y posiblemente otros activos, ya sea directamente o a través de un fondo cotizado en bolsa (ETF). Estos últimos son, a menudo, mucho más baratos y flexibles.Riesgos y recompensas en el trading y la inversión
Hacer trading es enfrentarse al mercado, anticiparse a algo que puede ocurrir, hacer una apuesta y conseguir un beneficio cuando esta se cumple. La analogía con los juegos de azar es intencionada. Uno de los traders más famosos, Ed Thorp, comenzó su andadura en la mesa de blackjack. Su evolución del blackjack al trading no es una mera coincidencia. Se trata de un juego en el que, si tienes memoria y mente para los números, puedes calcular las posibilidades exactas de sacar un as de picas o un nueve de tréboles basándote en las cartas que ya se han repartido.Del mismo modo, cuando operas en los mercados financieros, también estás haciendo predicciones basándote en lo que ha ocurrido en el pasado. La diferencia es que el trading es mucho más complicado que el blackjack: no hay certezas al 100 %, el número de cartas es infinito y, en teoría, las que salen no te cuentan nada sobre lo que viene después.A pesar de ello, la gente tiene éxito en muchos tipos diferentes de trading. Algunos incluso se ganan la vida con ello. ¿Por qué sucede esto? A veces, las cartas pueden hablarte, y los mercados no son perfectos. En resumen, son ineficaces, y esto representa una oportunidad.Invertir frente a hacer trading: la realidad del mercado
Eficiencia del mercado: el mito frente a la realidad
Cuando operas, estás apostando a que el precio actual del mercado es erróneo. En teoría, los mercados nunca pueden equivocarse porque mucha gente compra y vende lo mismo. El precio debería ser justo, ¿no? Pues no. Al igual que el resto de nosotros, los mercados sólo son eficientes a veces.La hipótesis del mercado eficiente o EMH —efficient market hypothesis— sostiene que no se puede vencer al mercado, y que ni siquiera habría que intentarlo. Pero tanto yo como muchos otros discrepamos. Esto es lo que realmente sucede: en el mercado hay compradores y vendedores a los que no les importa el precio. Operan porque necesitan reducir el riesgo o, como país, quieren aumentar o disminuir el valor de su moneda o los tipos de interés. La razón no es importante, y el precio es algo secundario. Esto puede provocar agujeros en el sistema. Si puedes identificar estos agujeros cuando se producen, mejorarás inmediatamente tus posibilidades de predecir lo que vendrá después. A esto lo llamamos «edge».Trading: ¿cuál es tu edge?
Todos los operadores necesitan un edge (configuración de los mercados que nos otorgan una ventaja aprovechable), una intuición para predecir lo que harán los bancos centrales, un talento para analizar patrones en los datos. Sea cual sea tu edge, para tener éxito debes identificarlo. Como inversor no necesitas un edge, tan solo tiempo. Esa es la diferencia que hay entre horizonte temporal y apalancamiento.El trading suele centrarse en cualquier marco temporal, desde milisegundos (el llamado trading de alta frecuencia, o HFT —high-frequency trading—) hasta semanas o meses, mientras que la inversión, por el contrario, puede durar años. En el trading se suele ganar dinero explotando pequeñas deficiencias y utilizando el apalancamiento para amplificar los beneficios. En cambio, la inversión solo suele emplear el apalancamiento de una forma marginal. Pero ¿qué es el apalancamiento y por qué es importante?Trading e inversiones en la práctica
Apalancamiento: un arma de doble filo
Hacer trading puede parecer más accesible que invertir. No necesitas entender nada de economía y no precisas un gran depósito para ganar mucho dinero, porque el bróker te prestará dinero para operar. Tú pones 100 euros y te prestarán otros 400 euros, para que pueda operar con 500 euros en total. Eso, en pocas palabras, es apalancarse con un ratio de 5 a 1. Así que ahora puedes ganar 5 veces más si aciertas. Suena muy bien, pero la balanza oscila en ambos sentidos: ganancias más importantes, pero también pérdidas más elevadas. Y el trading es duro, muy duro.Los mejores operadores aciertan 5 de cada 10 veces, o 6 si son excelentes. Eso significa que muchas veces se equivocan. El éxito en el trading no consiste en acertar siempre, sino en no arruinarse cuando uno se equivoca. Apalancarse demasiado es una de las formas más rápidas de arruinarse que existen. Con un apalancamiento de 10 a 1, un movimiento del 10 % acabará contigo. Tenlo muy en cuenta.Si adquieres un edge, el apalancamiento puede convertirlo en una estrategia rentable. Aun así, debes evitar el riesgo de acabar arruinado. Para ello, debes comprender el riesgo, crear un sistema y ceñirte a él. Todo esto es asequible y puede llegar a dar resultados, pero requiere de trabajo y de tiempo. Para muchos, la inversión tendrá una probabilidad de éxito mucho mayor a lo largo del tiempo que el trading.Escoge tu riesgo
No hay nada malo en pasárselo bien con los mercados. Pero, si tiendes a operar únicamente por la emoción de la «caza», a sobre operar o a «operar para perder», en ese caso o bien necesitas un sistema riguroso o bien deberías dedicarte a invertir.Entonces, ¿cuál es la diferencia entre invertir y hacer trading? Tal vez no la haya: el trading de una persona es la inversión de otra. Todo se reduce a cómo ves tú el mercado y si crees que tienes un edge o una ventaja que explotar o simplemente quieres que te paguen un precio justo por tu riesgo.Recuerda que tu dinero puede estar relativamente más seguro en una cuenta bancaria, pero invertir en bolsa puede preservar el valor de ese dinero a largo plazo. Por otra parte, si desarrollas un edge o una ventaja, puedes obtener una rentabilidad adicional haciendo trading.Ni en el mercado ni en la vida hay certezas. Todo es un intercambio de riesgos. Trading o inversión: escoge tu riesgo, haz tu elección y disfruta del viaje.Aviso
Estas declaraciones no constituyen un asesoramiento de inversión en relación con ningún instrumento financiero. Los instrumentos financieros pueden estar sujetos a grandes fluctuaciones de valor. En cualquier momento puede producirse una reducción de valor o la pérdida total del dinero invertido.