Cómo ahorrar agua: trucos para ser más sostenible y pagar menos en tu factura

Si acostumbras a gastar agua sin ton ni son y quieres comenzar a ser más consciente de su uso, esta guía es para ti. Pon en práctica estos consejos y gastarás (y pagarás) mucho menos.

Entre todas las cosas finitas, los recursos naturales deberían estar primeros en nuestra lista de preocupaciones. Y, entre todos ellos, el agua supone un elemento esencial que conviene usar en su justa medida. Saber cómo ahorrar agua es, entonces, algo primordial que todos deberíamos saber y aplicar.

En esta guía te ayudaremos a conseguir reducir tu consumo de agua siguiendo sencillos consejos que podrás aplicar en el día a día en tu hogar.

El centro neurálgico del consumo de agua es, cómo no, el baño. Cuántos más trucos de ahorro implementes en esta parte de la casa, más cerca estarás del objetivo de disminuir el gasto innecesario. Te dejamos algunos consejos:

• Instala un sistema de dos botones en el inodoro: está compuesto por un botón más grande y otro más pequeño, que liberan una cantidad de litros de agua distinta en función de su tamaño. De esta manera, puedes optar por pulsar el pequeño cuando no necesites usar tanta agua.
• Prioriza la ducha a la bañera: es el ahorro más sencillo: si te das duchas cortas, ahorrarás más agua que si llenas la bañera y te das baños más largos (también ahorrarás gas o electricidad por el menor uso de agua caliente, claro). Sabemos que las películas han instalado en el imaginario colectivo la imagen de personas cubiertas de espuma tomando una copa de vino… Pero no es algo ni sostenible ni barato.
• Recolecta el agua fría de la ducha: mientras esperas a que el agua se caliente, intenta juntar el agua con un balde o una bolsa, para luego reutilizarla.
• Usa un aireador para el cabezal de la ducha: con este pequeño accesorio, que puedes instalar fácilmente en el cabezal, conseguirás ahorrar hasta el 50 % del agua, puesto que permite reducir la fuga de agua sin comprometer el rendimiento. También puedes instalar este sistema en el grifo de la cocina.
• Cierra el grifo del lavamanos mientras no lo uses: es común que mientras nos afeitamos o nos lavamos los dientes, el chorro del agua corra sin cesar. Así que mientras hagas estas u otras actividades, ciérralo. 

La cocina es otro de los focos en los que el agua es un actor principal. Hay pequeños gestos que, al aplicarlos, pueden ayudarte a salvar unos cuántos litros de agua:

• Usa lavados cortos en tu lavadora: esto, unido a los programas de 30ºC, te ayudará a evitar un consumo de agua innecesario, especialmente al lavar ropa que no necesite temperaturas altas.
• Descongela alimentos sin usar agua: déjalos en el frigorífico o a temperatura ambiente hasta que se descongelen.
• Si tienes lavavajillas, úsalo y haz una carga completa: con él harás un gasto más eficiente de los recursos que si lo hicieras a mano.
• Si friegas a mano, echa mano de un barreño: ve enjabonando los platos y acumulándolos en el barreño, para luego aclarar todos al mismo tiempo. Ahorrarás mucha agua.
• Usa el agua sobrante de cocinar para regar tus plantas: el agua que usas para lavar verduras o hervir huevos, puede servirte para mantener tus plantas hidratadas.

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El ahorro de agua no termina dentro de casa, sino que se extiende fuera de ella, principalmente en el jardín:

• Instala un sistema por goteo: es más eficiente y gastará menos litros de agua que si lo haces de forma tradicional.
• No riegues en las horas más calurosas: al ser la temperatura más alta, el agua se evaporaría más rápido.
• Intenta no abusar de la cantidad de césped: su mantenimiento consume mucha agua.
• Si riegas, procura regar cerca de las raíces de la planta: de esta manera, necesitarás menos litros de agua para hidratar correctamente la planta.

Para que te pegues unos buenos chapuzones sin culpa, te traemos unos cuántos trucos para optimizar su gasto de agua:

• No la vacíes cuando no la uses: intenta cubrirla y hacer tareas de mantenimiento preventivo cada cierto tiempo.
• Utiliza un sistema de depuración de circuito cerrado.
• Pon una cubierta solar durante el verano: evitarás la evaporación, ahorrando muchos litros de agua.
• Revisa la instalación de la piscina para detectar (y reparar) posibles fugas: es la manera más eficaz de no tener pérdidas evitables de agua.

Si te han parecido pocas, aquí te dejamos otro listado con más ideas:

• Reutilizar el agua del aire acondicionado: al ser agua libre de cal, puedes usarla para otras cosas, como planchar ropa, por ejemplo.
• Guarda una botella con agua en el frigorífico: así tendrás siempre agua fría y no dejarás correr el agua del grifo esperando a que se enfríe.
• Renueva tus electrodomésticos y cámbialos por otros más eficientes: aunque es algo que requiere una inversión inicial mayor, a la larga lo recuperas con el ahorro en las facturas de agua y electricidad.

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