¿Cuánto cuesta reformar una cocina? Guía para salvarte el bolsillo

Tras el salón, es posible que la segunda estancia de la casa en la que más tiempo pasamos sea la cocina. Por eso, no es descabellado que sea una de las primeras zonas de la casa que esté en el punto de mira cuando pensamos en una reforma, con el objetivo de amoldarla a nuestro gusto.

Pero ¿cuánto cuesta reformar una cocina? ¿Cuáles son los elementos que debes tener en cuenta? ¿Sí o sí necesitas hacer obra para reformarla? Estas y otras preguntas quedan respondidas en esta guía completa sobre cómo darle un nuevo aspecto a tu cocina.

Dentro del presupuesto total que supone reformar una cocina, hay distintos apartados que tienen una influencia diferente en el precio final.

Te detallamos algunas cifras basadas en la reforma de una cocina de 6 metros cuadrados.

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Es el eje sobre el que gira el resto de elementos. Cuanto más grande sea la cocina, más papeletas tendrá de subir el precio final (piensa que varias partes de una reforma se calculan en función al metro cuadrado).

Si, además, la cocina tiene características especiales (muchas ventanas, puertas, mobiliario, etc.), todo lo que se salga de lo “más común” hará subir el precio notablemente.

¿Qué gastos podrían entrar dentro de esta parte?

• Puertas y ventanas. Para que te hagas una idea, la carpintería de ventanas en PVC está alrededor de los 350 €
• Fontanería e instalaciones de la cocina.
• Electricidad e iluminación.
• Albañilería.

Este es el apartado más subjetivo, ya que va a depender de la calidad de los elementos que incluyas dentro de la reforma. Se calcula que unos buenos materiales y unos acabados más profesionales, pueden elevar el precio total de la obra en un 20 %.

Para que tengas una orientación en este punto:

• Cambio de pavimentos y revestimientos: porcelánicos de calidad media, alrededor de los 2.000 €.
• Encimera: en granito nacional, alrededor de los 400 €.

Al igual que con los materiales, con los muebles y los electrodomésticos existen varios grises. Dependerá de cómo de equipada quieras la cocina. Un equipo orientativo podría ser:

• Nuevo muebles de cocina: 3 metros lineales de muebles altos y bajos laminados, alrededor de los 2.400 €.
• Retirada de muebles antiguos: alrededor de los 100 €.
• Electrodomésticos: cambiar grifo de la cocina, placa, campana, horno y fregadero, alrededor de los 1.100 € (puede aumentar si añades frigorífico, lavadora, lavavajillas, nevera, etc.).

En la reforma de una cocina intervienen distintos profesionales: albañiles, electricistas, fontaneros, etc. El precio de este tipo de trabajadores suele oscilar entre los 20 €/hora y los 35 €/hora. 

Para que tengas una ligera idea, la mano de obra suele suponer entre el 10 % y el 15 % del presupuesto total de la reforma. 

¿Qué elementos suelen estar presentes en este apartado?

• Demoliciones (incluyendo retirada de revestimientos de paredes, suelos y falsos techos), que se sitúan alrededor de los 500 €.
• Renovación de instalación de fontanería y electricidad, que se cobra alrededor de los 1.500 €.
• Instalación de falso techo (con pintura incluida), que se sitúa alrededor de los 350 €.
• Limpieza de fin de obra, el apartado más económico, que está en torno a los 60 €.

Aparte de los materiales, la mano de obra y la reforma en sí misma, existen otros gastos que debes contemplar a la hora de realizar obras en casa, como puede ser el coste de los permisos que debas solicitar para hacer la obra o el transporte de los materiales hasta tu domicilio.

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Si en tu caso no quieres realizar una reforma integral, quizás debas contemplar la reforma parcial o, incluso, una reforma en la que no tengas que realizar obras.

Puedes reformar tu cocina sin necesidad de romper paredes ni realizar nuevas instalaciones. Aquí te dejamos algunas sugerencias para llevarlo a cabo:

• Pintar los azulejos: es una buena forma de darle un nuevo aspecto a tu cocina. Solo procura utilizar pintura especial para azulejos. Siguiendo la medida de cocina de 6 metros cuadrados, podría costarte alrededor de 700 €.
• Poner pavimento vinílico: en este caso no es necesario realizar obras porque se puede poner sobre el suelo anterior. Para una cocina de 6 metros cuadrados, poner este tipo de suelo rondaría los 200 €.
• Cambiar bombillas: optar por iluminación LED costaría alrededor de los 120 €.
• Pintar los muebles: con una nueva pintura y con otros tiradores, tus muebles pueden parecer otros completamente. Calcula alrededor de 600 € de inversión.

En este caso, hablamos de reformas que no requieren ser integrales, ya sea porque no hay que renovar instalaciones ni cambiarlas de lugar, o porque solo hay que sustituir algún elemento que se haya deteriorado.

Si seguimos tomando la cocina de 6 metros cuadrados como ejemplo, este sería el precio por cada elemento:

• Cambiar la encimera de la cocina por otra de silestone de gama media (con copete, escurridor y vaciado para fregadero y placa incluidos) se situaría alrededor de los 1.800 €.
• Cambiar los muebles por otros de PVC tendría un coste aproximado de 3.000 €
• Instalar una isla de cocina con los mismos materiales que el resto de mobiliario, estaría alrededor de los 1.000 €.
• Tirar un tabique para abrir la cocina al salón costaría alrededor de los 500 €.
• Poner una barra de desayuno con el mismo material que la encimera supondría aproximadamente 500 €.

Aunque varía mucho en función del tipo de cocina que quieras hacer, en general una cocina de gama media suele rondar los 1.500 € por metro cuadrado. En función del tamaño de tu cocina, solo tendrás que multiplicar por el número de metros para obtener un estimado bastante cercano a la realidad.

El tiempo que dura una reforma es un auténtico misterio, ya que depende de muchas variables (la principal, los trabajadores, claro). 

En el caso de una cocina de 15 metros cuadrados que se vaya a reformar de manera integral y que vaya a tener acabados de media o alta calidad, el tiempo estimado suele rondar entre 5 y 6 semanas.

¿Cuáles son los elementos que adelantan o retrasan un proceso de obra?

• Selección de materiales.
• Presupuesto y solicitud de permiso de obra.
• Tipo de trabajo (en los casos en los que se amplíe la cocina o se cambie de ubicación, puede prolongarse la duración).

A la hora de obtener un presupuesto lo más completo y realista posible, debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

1. Considerar necesidades y prioridades: ante este tipo de presupuestos de gran envergadura, una de las cosas más importantes es priorizar el gasto. Hay elementos que son indispensables al principio y otros que se pueden ir agregando al final (sobre todo los relativos a la decoración o los colores).
2. Investigar y comparar precios: nunca te quedes con el presupuesto de un solo proveedor. Pide, estudia y compara. Debes ver cuál se ajusta más a tu presupuesto real con la mejor relación calidad-precio.
3. Hacer un seguimiento del presupuesto y tener un plan de contingencia: a medida que avance la obra, debes tener claro que se respete el presupuesto que te habías marcado al inicio y, en caso de que haya imprevistos (que suele haber siempre), tener a mano alternativas de materiales y proveedores.

A fin de que ahorres unos cuántos euros en tu reforma, te damos algunos consejos que te permitirán lograr una reforma mucho más económica:

• Cambia la campana extractora: es una forma económica de cambiar el aire de tu cocina (literalmente hablando).
• Pon estanterías de pladur: es una manera muy buena para aprovechar el espacio y, además, resulta muy económico. Es una gran idea para encontrarle acomodo a las especias, a tus libros de cocina, etc.
• Cambia la puerta de entrada: y pon una puerta corredera de cristal o prescinde directamente de cualquier puerta. Vas a ganar espacio y comodidad.
• Mantén el suelo actual: si está en buenas condiciones, consérvalo. Puedes darle un nuevo aire poniendo vinílico encima.
• No cambies los tiradores en los muebles: en la reforma de los muebles, cambiar los tiradores por unos nuevos puede hacer que el presupuesto se dispare. No lo hagas y ahorrarás mucho en el proceso.
• No pongas azulejos en toda la cocina: deja azulejos solo en la parte de la cocina en la que prepares la comida, y deja el resto de la cocina con la pared “desnuda”, tan solo pintada. Crearás un contraste interesante y ahorrarás unos euros.

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