¿Criptomonedas o acciones?

Si tienes ahorros y quieres multiplicarlos... ¿cuál es la mejor opción? ¿Invertir en una variedad de acciones o participaciones? ¿Dar un salto hacia el futuro con una inversión en criptomonedas, monedas digitales protegidas por criptografía como Bitcoin o Ethereum? ¿O quizás un enfoque híbrido que combine criptomonedas y acciones? Discutimos los pros y los contras de invertir en criptomonedas en lugar de en acciones y te contamos cómo averiguar qué enfoque te conviene más.

En pocas palabras, las criptomonedas son monedas digitales basadas en tecnología blockchain. El término «cripto» proviene de las técnicas criptográficas utilizadas para verificar las transacciones. Estas técnicas reemplazan la necesidad de un intermediario central, como un banco, y es algo que los defensores de las criptomonedas ven como una ventaja importante.

Los precios de las criptomonedas son conocidos por su volatilidad, que implica un significativo riesgo tanto de sufrir pérdidas cuantiosas como de obtener ganancias sustanciales. Si te interesa dar el paso, sin duda será bueno que te familiarices con los conceptos básicos para aprovechar al máximo tu inversión.

Antes de sumergirte en el mundo de las criptomonedas, debes decidir dónde invertir tu dinero. Existen miles de criptomonedas y la lista continúa creciendo cada día, aunque algunas son más conocidas que otras. Entre ellas destacan:

• Bitcoin
• Ether (Ethereum)
• Tether
• Solano
• Dogecoin

Una acción, también conocida como participación, representa una fracción de la propiedad de una empresa. En muchos casos, el titular de las acciones suele tener derecho a una parte proporcional de los beneficios de la empresa en forma de dividendo. Principalmente, las acciones se compran y venden, o se «negocian», en bolsas de valores, como la Bolsa de Londres o la Bolsa de Nueva York (también conocida como Wall Street).

Para muchos inversores, las acciones han sido durante mucho tiempo una opción atractiva: cuando a una determinada empresa le va bien, también les va bien a las personas que han invertido en ella. Si el valor de su inversión aumenta, tienen la opción de venderla para obtener una ganancia. Por supuesto, a las empresas no siempre les va bien, así que los inversores también corren el riesgo de que su inversión pierda valor.

Entonces, ¿cuáles son las principales diferencias entre las criptomonedas y las acciones? ¿Y qué significan estas diferencias para alguien que intenta obtener el máximo rendimiento de su dinero?

Las acciones y las bolsas de valores tienen una larga y distinguida historia: la primera, la Bolsa de Ámsterdam, nació en 1611. Las dos principales en la actualidad, la de Londres y la de Nueva York, se fundaron en 1698 y 1792, respectivamente. Esto dio forma al mundo de las finanzas tal y como lo conocemos hoy., Desde entonces, las bolsas de valores se han establecido como un pilar de nuestro sistema financiero. En la Bolsa de Londres se llevan a cabo cerca de un millón de transacciones al día, mientras que en Wall Street cambian de manos 2.400 millones de acciones diariamente. Por lo general, aunque las inversiones pueden fluctuar, las acciones han ofrecido rendimientos razonablemente consistentes para los inversores. Por ejemplo, desde 2011 hasta 2020 el rendimiento medio anual del mercado de valores para el índice S&P 500 fue del 13,9 %.

A diferencia de las acciones, las criptomonedas son unas recién llegadas, ya que solo existen desde 2009. Desde la publicación del libro blanco de Satoshi Nakamoto sobre Bitcoin en 2008, las criptomonedas se han disparado en términos de reconocimiento e interés. En 2020/2021, Bitcoin registró entre 300.000 y 400.000 transacciones diarias, mientras que Ethereum (Ether) llegó a alcanzar más de un millón de transacciones por día en julio de 2021. 

El término «volatilidad» se refiere a la medida en que el precio de un activo fluctúa con el tiempo. Los activos más volátiles pueden experimentar grandes oscilaciones de precios (tanto al alza como a la baja), mientras que los menos volátiles garantizan más estabilidad. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre las criptomonedas y las acciones en términos de volatilidad?

En términos generales, la incertidumbre sobre el valor futuro de las criptomonedas y el hecho de que no suelan estar respaldadas por activos físicos hacen que se las considere más volátiles que las acciones. Además, como en el criptomercado hay numerosas criptoballenas (personas o empresas que poseen una gran cantidad de una moneda en particular), las criptomonedas son más vulnerables ante el comportamiento de los inversores. Sin embargo, ten en cuenta que incluso las inversiones que se consideran menos volátiles, como las acciones, pueden experimentar periodos inesperados de volatilidad. 

La mayoría de los mercados bursátiles del mundo están sujetos a la supervisión gubernamental. Existen organismos administrativos, como la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los EE. UU., que tienen amplios poderes para investigar y sancionar cualquier irregularidad. Estos organismos protegen tanto a los inversores como el mercado en general. Como dice la SEC, aseguran que «las empresas que anhelan tu inversión deben decirte la verdad sobre sus negocios» y «las personas que venden valores deben tratarte de manera justa y honesta, anteponiendo tus intereses». De hecho, no son tímidos a la hora de tomar medidas contra los infractores. Una de las multas más altas de la SEC, impuesta contra JP Morgan Chase por su papel en la reciente crisis financiera, ascendió nada más y nada menos que a 13.000 millones de USD.

A diferencia de las acciones, el mercado de las criptomonedas parece un poco el salvaje Oeste: es un sistema que se enorgullece de su naturaleza descentralizada y no regulada, así que no está en absoluto sujeto a los mismos niveles de supervisión regulatoria. En la actualidad, los gobiernos están lidiando con el problema de alinear las criptomonedas con sus sistemas financieros existentes. Por ejemplo, recientemente el gobierno chino prohibió todo comercio y especulación con criptomonedas (o «monedas virtuales»). Por su parte, el FMI apuesta por el establecimiento de una regulación amplia y de gran alcance para proteger a los inversores de la volatilidad del mercado de las criptomonedas.

Los mercados de criptomonedas están evolucionando y creciendo a un ritmo acelerado. Si combinamos esto con su naturaleza —en gran medida, no regulada—, obtenemos un escenario perfecto para todo tipo de estafas. A menudo, los estafadores tratan de obtener los datos personales de los usuarios, como los códigos necesarios para acceder a sus criptomonedas, o engañan a los inversores para que les transfieran criptomonedas haciéndose pasar por entidades legítimas. Solo en 2021, en EE. UU. se registraron más de 80.000 informes de delitos relacionados con las criptomonedas.

Las acciones tampoco son inmunes a las estafas y los riesgos de seguridad. Una de las estafas bursátiles más conocidas es el «pump and dump»: los organizadores de este fraude inflan el precio de una acción artificialmente mediante declaraciones muy exageradas que alientan a los inversores a comprar y así logran vender sus participaciones a un precio mucho más alto del real. Pero esta no es la única estafa que afecta a las acciones. ¿Recuerdas a Bernie Madoff? A principios de la década de 2000 llevó a cabo un esquema Ponzi con el que estafó 50.000 millones de USD a los inversores.

Si eliges invertir en acciones en lugar de en criptomonedas puedes seleccionar empresas prácticamente en todos los sectores y países del mundo. Podrías ser accionista de la industria automotriz japonesa, de empresas tecnológicas con sede en EE.UU., etc. Esto te permite formar una cartera muy diversa que no depende exclusivamente de industrias o mercados geográficos concretos. A su vez, te ayuda a reducir el riesgo de perderlo todo.

Aunque puedes elegir entre muchos tipos de criptomonedas (más de 16.000 en enero de 2022, según coinmarketcap.com) y entre varios tipos de activos criptográficos, como los NFT, las criptomonedas ofrecen menos opciones de diversificación que las acciones, lee. Puedes reducir el riesgo asegurándote de no comprar solo un tipo de criptomoneda, pero no hay una forma fácil de diversificar completamente tus inversiones. Por lo tanto, si pones todo tu dinero en una criptomoneda, o en unas pocas, estarás corriendo un riesgo mayor.

Entonces, ¿las criptomonedas son mejores que las acciones? No necesariamente. En función de tu tolerancia al riesgo, podrías considerar invertir en ambas. Añadir criptomonedas a tu cartera de acciones puede ser una excelente manera de diversificarte y abrir la puerta a rendimientos potencialmente lucrativos, sin ser extremadamente vulnerable a los riesgos de ninguna inversión. Antes de invertir, plantéate lo siguiente:

• ¿Cuánto puedes permitirte perder? Por lo general, una cartera de acciones bien diversificada suele ser una opción más estable que las inversiones en criptomonedas.
• ¿Cuánto esperas ganar? Aunque las acciones suelen ofrecer rendimientos más estables, las criptomonedas tienen el potencial de proporcionar mayores ganancias.
• ¿Cuánto tiempo tienes? Las fluctuaciones de precios de las criptomonedas pueden ayudarte a ganar dinero mucho más rápido que el más largoplacista mercado de valores, pero también podrían generar pérdidas significativas a corto plazo.

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Cuando se trata de criptomonedas, los conocimientos son fundamentales. Si decides invertir parte de tu dinero en criptomonedas, deberías tener en cuenta unas cuantas cosas. Dedica tiempo a leer sobre billeteras criptográficas, denominadas también wallets de criptomonedas, para descubrir qué opciones se adaptan mejor a tus necesidades y averigua en qué consiste la minería de criptomonedas para comprender los mecanismos que ponen en circulación nuevas monedas. 

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La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido. Es importante leer y comprender los riesgos de esta inversión que se explican detalladamente en este enlace.