Todo lo que quisiste saber sobre las cuentas offshore y nunca te atreviste a preguntar

Seguro que has oído hablar de ellas y tienes muchas dudas, porque si hay algo que rodea a las cuentas offshore, son incógnitas, sobre todo relacionadas a su legalidad en la legislación española.

Para que las despejes todas, en N26 hemos creado esta guía completa sobre las cuentas offshore, su funcionamiento y los requisitos que debes cumplir para tener una.

En inglés, el término “offshore” significa literalmente “costa afuera”, aunque su uso se ha popularizado tomando su acepción financiera, que denomina a todos los recursos o bienes que son enviados a otro país, ya sea como mecanismo de ahorro o de inversión.

Este envío de bienes, que generalmente es monetario, se realiza con destino a paraísos fiscales, que son aquellos territorios donde hay una ausencia de impuestos y controles financieros sobre el dinero de los residentes. Mientras la persona que envía el dinero reside y trabaja en un lugar, el dinero que genera se guarda en estos paraísos fiscales.

Los paraísos fiscales suelen estar ubicados en países del Caribe y América Central, que se han hecho mundialmente conocidos por su flexibilidad en sus leyes y por permitir muchas transacciones que en ocasiones están al margen de la regulación.

Muchos de los perfiles que suelen recurrir a esta fórmula de las cuentas offshore son personas que poseen un patrimonio muy alto y que, en algunos casos, buscan una evasión fiscal.

Algunos de los lugares que se han vuelto más populares para este tipo de actividad son:

• Islas Caimán
• Islas Bermudas
• Las Bahamas
• Suiza
• Irlanda
• Belice

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Se trata de bancos que están alejados de los sistemas financieros y que no están sometidos a tantos controles monetarios y fiscales como los bancos “onshore”. 

Son empresas que se encuentran registradas en países en los que no realizan ningún tipo de actividad económica. La lógica detrás de esto es que, al estar registradas en otros países con menor carga de impuestos, pueden obtener regímenes tributarios más favorables.

A la hora de abrir una cuenta offshore debes tener en cuenta tanto sus ventajas como sus desventajas.

Para que puedas decidir si es una buena o mala opción, te las agrupamos todas en las siguientes líneas. 

• Permite aumentar las actividades empresariales internacionales y agrandan la diversificación de la inversión: la sabida teoría de no tener todos los huevos en la misma canasta.
• Conlleva un alto ahorro de impuestos: ya que el dinero no se declara en el país en el que vives, sino en un paraíso fiscal.
• Minimiza las pérdidas por litigios: al estar los bienes no declarados en el país en el que vives, si sufres algún tipo de demanda o pleito judicial, esos bienes quedarían a salvo.

• Generan desconfianza en las autoridades y en las instituciones financieras: este tipo de cuentas se asocian con la evasión de impuestos y el blanqueo de capitales, así que cualquier transacción desde o hacia estas cuentas, puede causar recelos (incluso algunos bancos offshore pueden estar vetados en ciertos países).
• Pérdida del seguro de depósitos: en la Unión Europea, por ejemplo, los depósitos de los clientes están asegurados hasta 100.000 €, algo que no comprende a las cuentas offshore que los ciudadanos tengan en los paraísos fiscales.
• Gastos de mantenimiento mayores de las cuentas offshore: en general, este tipo de cuentas conllevan unos gastos administrativos mucho mayores, por lo que dependiendo de la situación de cada persona, pueden no ser una buena alternativa para diversificar su dinero (algunos pueden llegar a tener cuotas de mantenimiento de casi 200 €).

Tener una cuenta offshore no implica que dicha cuenta no esté sujeta a las normas fiscales españolas, las cuales te detallamos a continuación:

• Existe la llamada “transparencia fiscal”, que establece que en los casos que la sociedad o la cuenta no residente no disponga de una organización de medios materiales y personales para realizar una actividad, la persona que posea dicha sociedad o cuenta deberá tributar en España.
• La transparencia anterior aplica para aquellas personas que posean un porcentaje igual o superior al 50 % de esas sociedades offshore.
• Esta normativa solo aplica a las rentas pasivas que no proceden de la realización de actividades empresariales (rentas de bienes inmuebles, de derechos de imagen, etc.).

En relación a este tipo de cuentas bancarias, conviene distinguir qué es legal y qué no antes de aventurarse a abrir una.

A continuación te detallamos cada uno de los supuestos para que puedas decidirte.

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• El hecho de poder abrir una cuenta en el extranjero es completamente legal.
• Se puede tener hasta una cuantía de 50.000 € sin declarar, sumando tanto activos monetarios como otro tipo de bienes.
• Pasada esa cuantía, se deberá informar a las autoridades españolas mediante la presentación del modelo 720, que se presenta cada año entre enero y marzo.

Para saber cómo abrir una cuenta bancaria offshore generalmente no se necesita nada, ya que es un proceso muy sencillo que se puede realizar en remoto sin problemas, aunque puede que en determinados casos, el banco offshore requiera la presencia del titular de la cuenta.

• Tener más de 50.000 € y no avisar a Hacienda. En dicho caso se considera que se está defraudando y se puede sufrir una multa económica.
• Si la suma de todos los activos offshore supera el millón de euros, en lugar de avisar a Hacienda, hay que hacerlo directamente al Banco de España mediante la Encuesta sobre Transacciones Exteriores (ETE). En caso contrario, también se considera una falta.
• Otro hecho completamente ilegal es ocultar la identidad real para no declarar la posesión de la cuenta bancaria offshore, lo que puede incurrir en penas y conflictos mayores con el Estado.