Entiende qué es la inflación y cómo impacta en el precio de las cosas que compras.
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Si en tus últimas visitas al supermercado te has llevado las manos a la cabeza por el aumento de precios, es probable que la inflación esté haciendo de las suyas. Aprende en esta guía completa cómo se comporta este fenómeno de la economía.Existen muchos indicadores que analizan la evolución de la economía y estos suelen ser diferentes en cada país. Sin embargo, uno de los más comunes y de mayor relevancia en todos los casos es el aumento generalizado de los precios, que es la inflación. Cada país tiene sus propias herramientas para calcular la inflación. En el caso de España, por ejemplo, esta se calcula con el Índice de Precios al Consumo (IPC), que recoge la variación en los precios de los servicios y productos que más suelen consumirse en las familias.¿Cuáles son esos servicios y productos? Pues aquellos que compras a diario, como los alimentos; los que tienen una durabilidad mayor, como pueden ser los electrodomésticos; y los servicios que contratas puntualmente, como los seguros.Si la inflación sube de manera continua, tu capacidad de ahorro disminuirá y podrás comprar menos productos y servicios por el mismo precio que lo hacías antes. Es el momento en el que el valor del dinero comienza a bajar y crece la incertidumbre en torno a la economía del país.
¿Por qué se produce la inflación?
Entre todas las causas que pueden provocar la aparición de la inflación en una economía, existen tres razones que suelen darse con una mayor frecuencia:
Desequilibrio entre la oferta y la demanda. Muchas personas demandan productos o servicios cuya cantidad es limitada.
Aumento de los costes para las empresas. Se debe al alza en precios como el de la electricidad, la logística, el alquiler, etc. Este alza impacta en las compañías, que a su vez trasladan el aumento a los precios de sus productos o servicios.
Incremento del dinero en circulación. Provoca que haya más dinero para comprar la misma cantidad de productos, por lo que esta presión en la demanda se traslada a los precios de los productos y servicios.
Para calcular la inflación de forma correcta, hay que comparar el precio de los bienes o servicios en el mes de un año y compararlo con el precio que tenían el mismo mes del año anterior. La diferencia porcentual resultante de esta comparación, es la tasa de inflación interanual.
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Aunque es cierto que la inflación puede tener efectos positivos en la economía de un país (muchos la usan para estimular el consumo y equilibrar la situación económica), en general su aparición lleva asociados algunos problemas como:
Devaluación de la moneda. A medida que la inflación sube, se puede comprar una menor cantidad de servicios y productos por cada moneda gastada.
Disminución del poder adquisitivo. Debido a que los precios de los productos y servicios aumentan a un ritmo mayor que los salarios, las personas tienen menos dinero para comprar.
Capacidad de ahorro de los ciudadanos. La inflación provoca que el valor del dinero sea menor y, por tanto, la capacidad de ahorrar se resiente.
Incertidumbre económica. Al no tener un horizonte económico claro, los inversores retiran su dinero y no se atreven a realizar más aportaciones.
¿Qué tipos de inflación existen?
En función del tipo de incidencia que tenga en los precios, podemos diferenciar distintos tipos de inflación, cada una con particularidades muy diferentes:
Inflación moderada. Se produce un ligero aumento en los precios de los productos y servicios. La inflación no supera el 10 % anual.
Inflación galopante. En este caso, los aumentos anuales llegan a los dos o incluso a los tres dígitos. Como consecuencia baja el valor del dinero y la demanda de los consumidores se centra en los productos de primera necesidad.
Hiperinflación. Para llegar a este escenario, la inflación debe rondar el 50 % mensual (sí, se trataría de una economía al borde del colapso). Como consecuencia, el valor de la moneda cae a sus mínimos históricos.
Deflación. Es el efecto contrario a la inflación: la oferta de productos y servicios es muy superior a la demanda existente. Es un indicador negativo porque indica que la economía no crece.
Estanflación. Un término que surgió para definir una etapa inflacionaria sostenida en el tiempo combinada, a su vez, con un bajo crecimiento de la economía del país.
¿Qué institución es la responsable de controlar la inflación en España y en Europa?
Como has comprobado hasta ahora, la influencia que la inflación puede tener en una economía es tan grande que los países no pueden permitirse el lujo de no tomar medidas para intentar controlarla. En el caso de España y Europa, son los bancos centrales los responsables de tratar de ajustarla:
Banco Central de España. Entre las prioridades de nuestro banco central está asegurar que la inflación se mantenga en torno al 2 % anual, para lo que tiene previstas varias herramientas de regulación, como es el caso de la regulación de los tipos de interés oficiales.
Banco Central Europeo (BCE). Al igual que hace el Banco Central de España, el europeo también tiene la inflación como una de sus prioridades, solo que en este caso lo regula en toda la zona euro. También busca mantenerla en torno al 2 % anual.
En el caso del BCE, además, para realizar una evaluación en toda la Unión Europea, se usa el Índice Armonizado de precios al consumo (IAPC), que permite medir y comparar entre sí los datos inflacionarios de los distintos países de la zona euro. Los criterios de esta medición los establece el propio BCE.
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FAQ
La inflación es el aumento generalizado de precios en productos y servicios que suelen formar parte de los gastos de una familia. Si es muy alta, puede provocar problemas en la economía general del país que la sufre y en las finanzas personales de sus ciudadanos.
Aunque existen casos puntuales en los que la inflación se utiliza para equilibrar la economía y estimular el consumo de los ciudadanos, en general su presencia acarrea problemas como una devaluación de la moneda, una disminución del poder adquisitivo y ahorro de los ciudadanos, y una incertidumbre sobre el futuro de la economía estatal.
Si la inflación de un país no logra mantenerse en unos márgenes inferiores al 10 % anual (lo que se consideraría una inflación moderada), puede provocar la pérdida de valor de la moneda del país y la pérdida de la capacidad de consumo de sus ciudadanos.
