Reduflación: así te engañan las marcas con los precios

Si pensabas que ya lo habías visto todo, te equivocas. Te explicamos en qué consiste este término y por qué debes estar alerta cada vez que vayas al supermercado.

Cuando hay inestabilidad económica, las empresas y la economía se descontrolan: los precios comienzan a cambiar y, a veces, el tamaño de los productos, también. Dentro de esa incertidumbre, la reduflación es otro fenómeno reciente que debes conocer.

En las próximas líneas te contaremos por qué surge y qué puedes hacer para contrarrestarla.

Es conocida como la inflación invisible y consiste en la reducción de cantidad de producto por parte de las empresas, manteniendo el mismo precio que tenía el producto con la cantidad original.

Es decir, en lugar de haber un aumento de precio del producto, se reduce la cantidad para conseguir que el consumidor pague lo mismo a cambio de una menor cantidad de producto.

Se trata de un término que acuñó por primera vez la economista Phillipa ‘Pippa’ Malmgren, una geopolítica experta en economía tecnológica, que llegó a desempeñarse como asesora de George W. Bush y Barack Obama. La palabra que ella usó fue shrinkflation, que combina el término inflación con el verbo shrink, cuyo significado es ‘contraer’.

Los medios de comunicación españoles han terminado popularizando el término reduflación, como traducción de la expresión que acuñó Malmgren. 

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Aprender lo básico

Es normal confundirse entre tantos términos que suenan tan parecido, por eso queremos arrojar algo de luz explicándote las diferencias entre sí:

• Reduflación: como ya has leído, la reduflación es la reducción de cantidad de producto ofertado manteniendo el precio anterior a dicha reducción. Por ejemplo, una lata de atún que costaba 1 € y pesaba 100 gramos, seguirá costando lo mismo pero con un peso de 90 gramos.
• Inflación: es el aumento de precios generalizado dentro de la economía. Se suele medir con los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC). Si se descontrola y aumenta rápidamente, se denomina hiperinflación.
• Deflación: es justo el efecto contrario a la inflación: hay una bajada generalizada de precios debido a la disminución de la actividad económica y la demanda.
• Recesión: se trata de una caída de la actividad económica e industrial que afecta, entre otros, a los salarios, el empleo y los beneficios de las empresas.

La reduflación, por tanto, termina siendo una especie de segunda inflación, puesto que las empresas, que sufren los síntomas de la inflación, en lugar de subir sus precios, disminuyen la cuantía de producto para no sufrir pérdidas y darle la sensación a los consumidores de que todo sigue igual.

Sin embargo, el consumidor obtiene menos cantidad de producto por el mismo dinero, aunque al ser una maniobra oculta es posible que este último no se dé cuenta. 

Como podrás imaginar, ante esta artimaña es necesario estar bien atentos y comprobar que la cantidad de los productos que compras y su precio sean los mismos de siempre y que no se hayan visto alterados.

Con el objetivo de que descubras cuando te están engañando con los productos, aquí te dejamos algunos consejos:

• Verifica la cantidad de producto por unidad de medida y compáralo con otras marcas de la misma categoría y su precio por kilo (este es el precio en el que te debes fijar, y no en el precio de la unidad).
• Intenta evitar, en lo posible, los alimentos envasados, ya que son los más afectados por la táctica de la reduflación.
• Inspecciona muy bien los productos que lancen una nueva fórmula, ingrediente o sabor, ya que a veces se trata de estrategias para lanzar un producto similar al anterior pero con menor contenido.
• Si compras productos por unidades, vigila que dichas unidades sigan pesando lo mismo y conservando la misma cantidad que antes.

En caso de que encuentres productos de empresas que llevan a cabo estas prácticas, puedes denunciarlos vía online en los portales de asociaciones de consumidores como la OCU.

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