Propina en España: ¿cómo funciona?

En muchos países alrededor del mundo, la propina es un gesto que está regulado y es obligatorio. Pero ¿qué ocurre en territorio español? ¿Cuál es la cantidad de propina aconsejable? Respondemos estas y otras preguntas en esta guía.

La cuenta final en un restaurante siempre es motivo de sospecha. Pides, pides y pides, y al final pierdes el rastro de cuál puede ser el número final. Pero ¿y qué pasa con la propina en España? Mientras en otros países se cuenta como un dinero extra obligatorio en la cuenta final, en el sector servicios español suele ser la gran olvidada.

En algunos países como Estados Unidos, la propina es casi una tradición y se sitúa entre el 15 % y el 20 % por encima del consumo total. El dinero se destina a mejorar los salarios modestos de los trabajadores del local. En el caso estadounidense es claro, pero ¿qué ocurre en España? ¿Cuánta propina debes dejar? ¿Depende del servicio de los camareros o es obligatorio?

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Es complicado determinar el origen de la propina, ya que no existe un consenso general sobre esta manera de gratificar un buen servicio por parte de los camareros. Tampoco ayudan las diferencias entre los países a la hora de cuantificarla y regularla.

Sin embargo, sí es claro su origen etimológico. La palabra propina procede del verbo griego pinó, cuyo significado es beber. Tras agregarle el prefijo pro-, se forma la palabra propinó, que se inventó para catalogar la acción de estirar el brazo y ofrecer bebida a otra persona.

Dicho verbo continuó evolucionando hasta el término latino propinare, que es el antecedente inmediato al término propina, el cual define la RAE como una pequeña gratificación para premiar un buen servicio.

Aunque en otros países la propina está regulada y es obligatoria, en España es diferente y puedes optar por no dejar ningún dinero extra. Sin embargo, y aunque no sea una regla formal, en los restaurantes se espera un 10 % de propina en cada cuenta final, una cifra notablemente inferior en comparación a otros lugares.

Al no ser obligatoria, la mayoría de españoles deciden si dejarla o no en función del servicio que han recibido. Esto conlleva que en algunos locales decidan aplicarla en la cuenta final, por lo que es recomendable que la revises a conciencia antes de pagar.

Llama la atención el ejemplo de otros países como China o Japón, en los que, además de no haber propina obligatoria, está mal visto dejarla y se considera un gesto de mala educación (qué cosas, ¿eh?).

Al ser una práctica que no está regulada, tampoco existe un modus operandi único entre todos los restaurantes, que son los negocios que más suelen recibir este tipo de dinero extra. Sin embargo, suele haber dos tipos de prácticas que acostumbran a adoptar frente a ellas:

• El fondo común. Muy usado en locales de restauración pequeños, donde el reparto de propinas es a partes iguales entre todos los empleados (camareros y personal de cocina). Cada cierto tiempo se divide dicho fondo de forma equitativa entre los trabajadores. 
• Reparto por porcentajes. Más común en locales más grandes en los que hay perfiles muy diferentes (camareros, chefs, barman, etc.).

La propina suele ser un tema delicado entre los trabajadores del sector de la restauración, ya que supone un extra interesante a los sueldos base. Algunos camareros suelen reclamar que dicha propina se logra gracias a su buen servicio en sala, por lo que no les agrada tener que compartirla con otros empleados como cocineros o repartidores.

Puedes dejarla y, además, conlleva varias ventajas tanto para ti como para el comercio en cuestión:

• Te evita tener que calcular. Se hace automáticamente desde la terminal de cobro. El porcentaje de propina se aplica directamente sobre la cuenta final.
• Es cómodo y práctico. No necesitas disponer de efectivo para dejar la propina.
• Supone un registro fiable para el local. Los dueños pueden llevar un control real del dinero extra que se ha ido recaudando para el fondo común.
• Es más sencillo a la hora de repartirlo entre la plantilla y evitar “pérdidas”. Con el efectivo se pueden sufrir extravíos de monedas y billetes, pero con el pago electrónico, no.

Además del sector de la restauración, las propinas suelen ser comunes en otras profesiones como los transportistas, los guías turísticos, el personal de los hoteles o los repartidores a domicilio, entre otras.

Precisamente con los repartidores se presenta un dilema, ya que con el auge de las apps de delivery, su servicio es cada vez más frecuente y necesario. La norma no escrita indica que la propina debería situarse en torno al 10 % del pedido, como ocurre en la restauración.

Esta propina puedes darla en efectivo o añadirla como un plus en la app de delivery en la que hayas realizado el pedido.

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