Cómo gestionar tus finanzas en una relación que rompe moldes

Nuestras relaciones pueden afectar a la forma en la que gestionamos nuestro dinero, pasando por nuestra familia y amistades cercanas. No obstante, cuando hablamos de relaciones íntimas, estas pueden ser de todas las formas y colores. Hoy en día, muchas personas deciden vivir nuevas formas de relación, como el poliamor o, simplemente, tener una familia reconstituida. Esta gran variedad de relaciones enriquece nuestras vidas en todos los sentidos, pero, como es habitual, la cosa se puede complicar cuando hay dinero de por medio. 

En N26, nos esforzamos para que la gestión de finanzas sea sencilla, tengas la relación que tengas. Por eso, hoy queremos hablar más a fondo de los distintos tipos de relaciones, cómo afectan a tus finanzas y cuál es la mejor forma de gestionar tu dinero en cada una de ellas. 

La no monogamia ética es un término que abarca distintos tipos de relaciones amorosas, pero siempre implica que puedes tener relaciones íntimas con más de una persona. Aquí tienes una lista de algunas de las relaciones no monógamas éticas más comunes:

• Relación abierta
• Poliamor
• Polifidelidad
• Poliamor solitario
• Poliamor jerárquico
• Anarquía relacional
• Swinging o intercambio de parejas
• Monogamish

Algunas de estas formas de relación no monógamas implican tener una pareja principal quetiene prioridad con respecto al resto, o tener uno o más compañeros de convivencia (nesting), con las que una pareja o grupo poliamoroso viven juntos. En estos tipos de relación, la gestión de finanzas es distinta a la que se da en el poliamor solitario, la polifidelidad o la anarquía relacional, donde estos asuntos suelen ser menos enrevesados. ¡Veamos los distintos escenarios más de cerca! 

En una relación de poliamor jerárquico, donde una pareja tiene prioridad con respecto al resto o, en una relación con distintas parejas convivientes, se afrontan muchos retos financieros, pasando por los más básicos. Tener un presupuesto para el hogar, cómo pagar las facturas en común y ahorrar juntos para objetivos a largo plazo son temas importantes de los que hablar.

Por otro lado, también es importante discutir otros temas más delicados, como cuánto dinero os podéis gastar en otros compañeros íntimos que no sean parte de la relación principal. Si gestionáis los gastos con una cuenta conjunta, este podría ser un tema peliagudo.

Incluso si no compartís cuentas, siendo una pareja poliamorosa única o de nesting, hay ciertas situaciones que podrían afectar a vuestros objetivos financieros en común. Por ejemplo, si uno de vosotros tiene una relación a distancia con otra persona y siempre gasta mucho en viajes, esto podría influir en la cantidad de dinero que la persona puede aportar para vuestros ahorros en común. 

Como en cualquier otra relación, la clave está en una buena comunicación. Si habláis de forma abierta sobre vuestra situación financiera y cualquier tipo de obstáculo, os resultará más fácil encontrar una solución y compromiso que funcione para todas las partes.

Las personas que deciden vivir en una relación de poliamor solitario, de polifidelidad o de anarquía relacional, no suelen tener una pareja principal (aunque nunca se puede dar nada por sentado). Aquí tienes algunas definiciones amplias sobre esta forma de relaciones:

• Poliamor solitario: la persona mantiene relaciones íntimas con distintas parejas, pero no tiene una relación principal prioritaria.
• Polifidelidad: grupo de personas, todas consideradas iguales, comprometidas a solo tener relaciones íntimas con los integrantes del grupo.
• Anarquía relacional: las personas integrantes de la relación desafían las normas y expectativas de la pareja tradicional, redefiniéndolas de forma única, haciendo especial hincapié en su autonomía y la no jerarquía en la relación.

En estos casos, la forma de gestionar las finanzas varía de relación a relación, pero siempre hay varios aspectos a tener en cuenta. Por ejemplo, si vives el poliamor en solitario, te podrías ver a menudo haciendo malabares entre varias metas de ahorro con tus distintos compañeros, o haciendo cuentas para pagar tusaficiones en común con ellos. 

Si tienes una relación grupal de polifidelidad, es posible que necesites abordar temas como, por ejemplo, cómo dividir los gastos comunes de forma justa o, cómo lidiar con posibles sentimientos de inferioridad económica, en caso de que algunas personas cobren menos que otras. Por otro lado, si practicas el anarquismo relacional, es posible que quieras reflexionar sobre estas normas y expectativas económicas preestablecidas. Esto podría ayudarte a tener una idea clara y crítica sobre cuáles son tus necesidades y límites financieros reales.

Una familia reconstituida se forma cuando una o más personas con hijos de relaciones anteriores se unen y forman una nueva unidad familiar. A menudo, este tipo de familias tienen ciertas peculiaridades económicas que incluyen:

• La pensión alimenticia: si no se gestiona como es debido, este tipo de obligaciones legales financieras de relaciones pasadas podrían causar cierta tensión económica en la nueva familia.
• Los objetivos de ahorro para los niños: ¿cómo puedes gestionar los objetivos de ahorro con tu pareja anterior cuando tienes una nueva familia? Por ejemplo, ahorrar para que tus hijos puedan ir a la universidad. ¿Necesitas establecer nuevos objetivos ahora que la estructura de tu familia es diferente?   
• La herencia: si uno o ambos miembros de la pareja falleciera, habría que tomar muchas decisiones importantes relacionadas con los bienes y el patrimonio. Por ejemplo, ¿todos los niños de la familia reconstituida recibirían la herencia a partes iguales? ¿O los bienes y el patrimonio se repartirían de una forma específica?

En las familias reconstituidas, lo mejor suele ser crear un nuevo plan financiero que se ajuste a vuestras necesidades, en lugar de usar el que funcionaba en la relación pasada. Esto podría incluir elaborar un presupuesto familiar, ahorrar para conseguir un fondo de emergencia y decidir juntos cuáles serán vuestros objetivos de ahorro en común. Esto os ayudará a prevenir futuros conflictos; lo único que necesitáis es comunicaros de forma abierta y estar dispuestos a hablar de temas delicados. 

Una vez tengáis claras vuestras expectativas y objetivos económicos, podríais considerar abrir una cuenta conjunta para vuestros ahorros en común. Esta cuenta la podríais usar para pagar gastos compartidos, como alquiler, facturas, costes del cuidado infantil y alimentación. Tener una cuenta compartida podría simplificar vuestra forma de organizar la economía familiar, ya que podréis ver todos los gastos del hogar en un mismo lugar. Además, las cuentas conjuntas hacen que ahorrar para objetivos en común sea más sencillo y gratificante, ya que seréis capaces de ver crecer vuestros ahorros con el tiempo.

Compartir cuenta no implica renunciar a vuestra cuenta personal. Es muy simple: solo tenéis que transferir el dinero a la cuenta compartida tal y como habéis acordado. De esta forma, podréis mantener vuestras cuentas y objetivos personales por separado.

No importa el tipo de amor que practiques, con N26 tendrás toda la flexibilidad para gestionar tu dinero tal y como quieras. Sea lo que sea, abrir una cuenta conjunta para vuestros ahorros, tener más y mejor información sobre tus hábitos de gasto o, simplemente, mandar dinero al instante a tu pareja. No te agobies, tenemos todo lo que necesitas. Encuentra la cuenta más adecuada para ti hoy mismo.