Tipos de cheques bancarios

Con la digitalización del sector bancario, cada vez es menos frecuente utilizar métodos de pago como los cheques bancarios. Actualmente, priorizamos el pago con tarjeta de débito o crédito, a través del móvil, o en efectivo. Aunque en países como Francia aún es habitual pagar con cheque, lo cierto es que en España es poco común utilizar un cheque bancario como forma de pago.

Los más jóvenes seguramente desconocen qué es un cheque bancario; o si lo saben, quizás tienen la imagen de una persona del siglo pasado bien vestida yendo al banco a cobrar un cheque como en las películas, ¿verdad? Puede que no lo parezca, pero en realidad, se siguen utilizando cheques bancarios, y además existen distintos tipos y con diferentes sistemas para cobrar el dinero.

Un cheque bancario es un documento de pago emitido por una entidad bancaria donde se indica la persona, deudora o emisora, la cual da derecho a cobrar una cantidad de dinero a otra persona o entidad, es decir, el beneficiario.

El cheque bancario tiene su origen en Reino Unido, concretamente a mediados del siglo XVIII. La reina concedió la exclusividad de emitir billetes al Banco de Inglaterra, pero se topó con un problema: No podía imprimir billetes para los pagos y cobros de todos sus clientes. ¿La solución? Junto a los demás bancos, se inventó el cheque bancario. Así, el deudor escribía en dicho documento la cantidad de dinero a cobrar por el acreedor. De esta forma, el beneficiario tan sólo tenía que ir al banco, entregar el cheque, y cobrar la cantidad debida. 

El formato del cheque bancario ha ido cambiando con el paso del tiempo: primero eran cheques manuscritos, más tarde impresos, hasta llegar al que probablemente sea el más popular, la libreta de cheques.

De todas formas, aunque se trate de un método de pago poco habitual, es importante conocer los diferentes tipos de cheques bancarios que existen:

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Aprender lo básico

El cheque cruzado no permite el cobro en efectivo, ya que el dinero debe depositarse en la cuenta corriente del beneficiario. La principal característica de este tipo de cheque es que el emisor traza en el anverso del documento dos líneas paralelas de color rojo que lo atraviesan de forma vertical. También es endosable, es decir, lo puede cobrar un tercero si el beneficiario lo autoriza.

Encontramos dos tipos de cheques cruzados: el cheque cruzado en general y el cheque cruzado en especial. Este último incluye el nombre del banco entre las líneas transversales y tan sólo se puede cobrar en dicha entidad.

Tienes que saber que no se permite modificar o eliminar que un cheque sea cruzado.

El cheque al portador no lleva el nombre del beneficiario, de modo que cualquier persona lo puede cobrar. De hecho, es el tipo de cheque bancario más común. 

A diferencia del cheque nominativo, en el apartado de beneficiario, en vez de escribir el nombre del receptor, tan sólo tiene que figurar la palabra “portador”. Normalmente se usa para pagar cantidades pequeñas de dinero o cuando se desconoce el beneficiario de los fondos del cheque.

La principal desventaja es que en caso de pérdida o robo, la persona que se encuentre en posesión del cheque podrá cobrar el dinero. Por ello, es recomendable que el librador, la persona que firma el cheque, no lo haga sin asegurarse de que esté en manos del beneficiario.

El cheque bancario nominativo lleva impreso el nombre y apellidos del beneficiario y solo lo puede cobrar la persona destinataria. También es posible el endoso, es decir, transmitir el cheque a otra persona y que esta cobre la totalidad de los fondos sin ningún tipo de condición. No todos los cheques nominativos permiten el endoso, sólo es posible en el caso de un cheque a la orden.

Hay dos formas de cobrar un cheque nominativo: En efectivo, mediante la identificación del cobrador, y por compensación, ingresando el cheque en una cuenta bancaria donde el beneficiario sea el titular.

Es importante saber que si se cobra el cheque en una oficina y no en la sucursal emisora, el beneficiario tendrá que acarrear con comisiones derivadas de las gestiones de comprobación del cheque, es decir, verificar si la firma del cheque se corresponde con la del titular de la cuenta, saldo disponible, etc. Se trata de un procedimiento habitual para evitar el cobro de cheques fraudulentos.

Además, si la cantidad a cobrar es igual o superior a los 1.000 €, será necesario identificarse. No te preocupes, es una medida contra el blanqueo de capitales.

El cheque bancario conformado, también llamado cheque certificado o visado, es un tipo de cheque que contiene una cláusula de conformidad, normalmente visible en el reverso del documento con las palabras “conforme”, “visado”, o “certifica”. Esto indica que la entidad emisora dispone de suficientes fondos para pagarlo. Además, también incluye la cantidad de dinero a cobrar.

Es el mecanismo perfecto para asegurarse el cobro del dinero: el banco retiene el dinero del cheque en la cuenta del emisor hasta que el beneficiario lo cobre.

Tiene un período de validez, es decir, si no se presenta en el banco dentro del período de tiempo indicado, ya no se puede cobrar. Normalmente, en España, los cheques bancarios conformados tienen una validez de 15 días, en Europa de 20 días, y fuera de Europa de 60 días. ¡Tenlo en cuenta!

El talón o cheque bancario es un instrumento de pago que emplean las entidades bancarias. Se trata de un documento con la firma del banco emisor, hecho que supone un aval para cobrar el talón.

Hay que distinguir entre el talón bancario y el talón personal: en el talón bancario, el emisor es el banco, y por ello, avala el cobro del talón. En el caso del talón personal, si en la cuenta del emisor no hay fondos, no se puede cobrar.

Para cobrar un talón bancario, puedes hacerlo a través de la ventanilla de una oficina bancaria, en un cajero automático, o mediante la app móvil del banco.

En España existen los siguientes cheques bancarios: cheque al portador, cheque bancario nominativo, cheque bancario conformado, y talón o cheque bancario.

Un cheque nominativo puede ser cruzado si así lo indica el emisor. Ten en cuenta que cualquier tipo de cheque es factible de ser cruzado, es decir, que no se permita el cobro en efectivo.

Sin duda, el tipo de cheque más seguro es el cheque nominativo, ya que contiene el nombre de la persona beneficiaria, y antes de cobrarlo, es necesario presentar un documento para identificar al beneficiario. Además, en caso de pérdida o robo, no se puede cobrar.

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