Por qué no se cumplen los propósitos de año nuevo (y cómo cumplir los tuyos)
Para cumplir los propósitos de año nuevo hace falta centrarse, concretar y ser bastante realista. A continuación te contamos cómo crear hábitos para que puedas alcanzar tus metas este año.
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Todos los años lo mismo: llega enero y millones de personas condensan sus esperanzas y sueños de superación personal en una lista de propósitos para el año que entra. Sí, suelen empezar con la mejor de las intenciones: que si ponerse en forma, independizarse económicamente, ahorrar y un largo etcétera. Y entonces, ¿por qué la gente no cumple sus propósitos de año nuevo?Ya en su momento se hicieron estudios y encuestas que demostraron que, para febrero, se habían abandonado hasta el 80 % de los propósitos de año nuevo. La conclusión que sacamos de todo esto es que algo estamos haciendo mal. ¿Y si, en lugar de marcarnos objetivos inalcanzables y vernos fracasar año tras año, intentáramos comprender mejor la psicología que hay detrás de nuestras metas?En este artículo hablaremos de las dificultades habituales a las que se enfrentan muchas personas respecto de sus propósitos de año nuevo. También te contamos qué puedes hacer para salvar esos obstáculos fijándote en tus propósitos para 2022 —quizás incluso adoptes algunos buenos hábitos que te acompañen de por vida—.Es fácil entender por qué a casi todo el mundo le gusta marcarse propósitos de año nuevo.Por un lado, son un indicador claro de nuestro éxito a largo plazo, ya que el punto de partida y la meta están bien definidos. Podemos hacer un seguimiento de nuestro progreso mes a mes y es como si los objetivos estuvieran ligados a las limitaciones del tiempo (por ejemplo, «para el año que viene, tendré un colchón financiero para emergencias»).Por otro lado, el comienzo del nuevo año nos invita a imaginarnos nuestro futuro, una versión del yo «mejorada». Esta proyección de lo que nos gustaría ser puede parecer emocionante y motivadora, al menos durante un tiempo.Pero, ¿no es esta forma de pensar la que nos lleva al fracaso desde el principio? Si echas la vista atrás y te fijas en los propósitos fallidos de años anteriores, te darás cuenta de que tienen algunos denominadores comunes: Los propósitos de año nuevo tienden a fomentar la mentalidad de «todo o nada». Así, el éxito se mide como una victoria absoluta o un fracaso total.El problema del «todo o nada» es que no da cabida ni al más mínimo error. Y si fallas una vez, lo más fácil es que te desanimes y te rindas por completo. Esta es una de las principales razones por la que mucha gente abandona sus propósitos en febrero.La mentalidad de «todo o nada», por lo general, indica que hay un autosabotaje. Sin darnos cuenta, llegamos a creer que no merecemos alcanzar nuestras metas. Esto significa que nos encontramos en una lucha interna constante, pues inconscientemente adoptamos comportamientos que dificultan activamente el avance hacia nuestros objetivos. Los comportamientos de este tipo pueden ser:Ante la emoción por la llegada del año nuevo, es fácil proponerse objetivos demasiado ambiciosos y que no se correspondan con tu realidad actual. Decidir liberarse por completo de las deudas en un año puede sonar bien, pero ¿qué pasa si eso significa no poder pagar el alquiler?Marcarse objetivos demasiado alejados de la realidad es sentar las bases para un fracaso temprano. Para alcanzar la meta, el paso del statu quo actual al punto final idealizado debe ser paulatino, sostenido y debe estar respaldado por una conducta sistemática. A corto plazo, pensar a pequeña escala puede parecer menos interesante, pero es, sin duda, la forma de obtener unos resultados mucho más alentadores. A veces, los propósitos de año nuevo no se cumplen simplemente porque son demasiado amplios. «Leer más», «comer mejor» y «ahorrar más» son algunos ejemplos de metas poco concretas. Un objetivo así puede ser problemático por tres razones:Los propósitos de año nuevo suelen fracasar porque fomentan un planteamiento orientado a los objetivos, en lugar de orientado a los procesos. Con lo primero se adopta un planteamiento limitado que persigue un único objetivo, mientras que con lo segundo se trata de desarrollar un conjunto de hábitos saludables para llegar a una meta y, quizás, incluso superarla.Una perspectiva orientada a los objetivos tiene un enfoque demasiado «blanco o negro». Incluso aunque hayas avanzado mucho hacia el objetivo, técnicamente habrás «fracasado» por no haberlo alcanzado al 100 %. Los hábitos, en cambio, se centran más en el recorrido que en el resultado final.¿Otra razón por la que fracasan tantos propósitos de año nuevo? Están vinculados a lo que creemos que queremos y no a lo que realmente somos.Pongamos, por ejemplo, que te has propuesto conseguir un ascenso este año. En la teoría suena genial, pero en la práctica no tanto si resulta que no eres feliz en tu trabajo o en tu sector. Ante la idea de un ascenso, el trabajo puede parecer más llevadero, pero en realidad lo ideal sería que te propusieras encontrar un trabajo que encajara mejor con tus intereses. El estilo de vida también influye mucho en la probabilidad de seguir adelante con un propósito de año nuevo.Por ejemplo: imagina que te propones irte a la cama a las 21:00 y levantarte a las 6:00 todos los días, pero tu pareja hace turnos de noche en el trabajo cada dos semanas. Con este objetivo no estarías teniendo en cuenta que, durante la mitad del año, apenas verías a tu pareja. Esto podría generar tensión en tu relación y dificultar que te ciñas a tu propósito a largo plazo. Ahora que ya hemos visto por qué no se cumplen la mayoría de propósitos de año nuevo, podemos aprovechar ese conocimiento para tomar decisiones más acertadas el año próximo.Si quieres proponerte metas para 2022 que puedas mantener hasta final de año, los siguientes consejos pueden serte de gran utilidad: No hay nada que desmotive más que marcarse objetivos exigentes y ambiciosos... y no tener forma de medir el progreso. Además de no permitirte celebrar las pequeñas victorias en tu camino hacia el éxito, te impide ver los pasos que debes dar para llegar a él.Para que esto no ocurra, fíjate metas específicas que puedas medir haciendo lo siguiente:Reflexiona sobre lo que te fue bien el año anterior y piensa en cómo quieres seguir mejorando.Al definir tus propósitos a partir de experiencias pasadas, tendrás una idea más clara de cuáles deben ser tus puntos de referencia y tus objetivos finales. Esto te ayudará a formular propósitos específicos, que puedas medir y estén en consonancia con lo que eres. Y ya que ha salido el tema…A fin de cuentas, solo vas a cumplir tus propósitos de año nuevo si están en consonancia con lo que eres y con lo que de verdad te hace feliz. Puede parecer obvio, pero es fácil marcarse objetivos que representen lo «correcto» y no pararse a pensar si son los adecuados para ti.Para evitar caer en la trampa, dedica un rato a reflexionar sobre las siguientes preguntas:
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Ahorra con las subcuentas de EspaciosPor qué no se suelen cumplir los propósitos de año nuevo
- Mentalidad de «todo o nada»
- Ambición excesiva
- Falta de precisión
- Importancia centrada en alcanzar objetivos en lugar de crear hábitos
- Falta de coherencia con la realidad del día a día
Mentalidad de «todo o nada»
- Esperar hasta el último minuto para hacer las cosas (es decir, procrastinar)
- Padecer el síndrome del impostor y mantener un diálogo interno negativo
- Tener dificultades a la hora de poner límites y mantenerlos
Ambición excesiva
Falta de precisión
- No se puede llevar a la práctica. Es complicado saber qué se debe hacer exactamente para alcanzarlo.
- Es difícil de medir. Es complicado marcarse objetivos mentales de éxito, ya que no hay una meta final claramente definida.
- Carece de responsabilidad personal. Si un objetivo es demasiado impreciso, puede parecer más una aspiración que una meta concreta del mundo real. Sin un objetivo al que apuntar, es imposible asumir la responsabilidad de dar en el blanco.
Importancia centrada en alcanzar objetivos en lugar de crear hábitos
Falta de coherencia con el estilo de vida
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Ahorra con las subcuentas de EspaciosCómo marcarte objetivos para el año nuevo que sí puedas cumplir
1. Márcate objetivos concretos y que puedas medir
- Proponte un objetivo claro y bien definido. Por ejemplo, «Correr media maratón en mi localidad este verano» en lugar de «Salir a correr más a menudo».
- Establece puntos de referencia claros para medir tu progreso. Por ejemplo, «Ser capaz de correr 5 km dos veces a la semana antes de abril» en lugar de «Salir a correr dos veces a la semana».
2. Céntrate en avanzar en aquello que ya haces
3. Asegúrate de que tus objetivos estén en armonía con lo que eres
- ¿Qué es lo que de verdad te motiva?
- ¿Qué es lo que más feliz te hace en la vida?