Dónde se tiran las tarjetas bancarias: formas de contribuir a su reciclaje
Descubre dónde tirar las tarjetas bancarias para facilitar su óptimo reciclaje.
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¿Cuál es el sentido de la vida? ¿A qué huelen las nubes? ¿A dónde van las tarjetas de crédito cuando caducan? Muchas son las preguntas que nos llenan de desasosiego y, aunque no podamos dar respuesta a todas ellas, lo que sí podemos decirte es que existen diversas formas de darle una segunda vida a nuestras tarjetas bancarias caducadas y contribuir así al cuidado del medioambiente.
Componentes de las tarjetas bancarias
Con el paso del tiempo, las tarjetas bancarias se han vuelto cada vez más sofisticadas hasta incluir pequeñas antenas de radio, hologramas antifraude o microchips; mejoras que nos permiten, por ejemplo, el pago contactless y refuerzan la seguridad de nuestros ahorros. El proceso de fabricación de las tarjetas bancarias es conocido en el sector financiero como “sándwich”, ya que consiste en superponer capas de diferentes materiales hasta obtener el resultado final. Por regla general, las tarjetas de crédito están compuestas por 5 capas. La capa interior o “central” que contiene la antena de radio y el chip está cubierta a su vez por dos capas que contienen el diseño y la información de la tarjeta. La parte frontal cuenta con un orificio para el chip y sobre el diseño de la tarjeta se puede ver el nombre y los apellidos del titular, la fecha de caducidad de la tarjeta, el nombre del banco y su logotipo, el número de las tarjetas de crédito o el IBAN de las tarjetas de débito. En la parte posterior se suelen encontrar los datos de contacto de la entidad bancaria, la banda magnética para el pago con tarjeta y un espacio donde suelen encontrarse la firma del titular y el CVC.Aunque en los últimos años se han desarrollado tarjetas bancarias de materiales como el acero inoxidable, la mayor parte de las tarjetas que están en circulación en la actualidad siguen siendo de plástico, cloruro de polivinilo o PVC para ser más concretos. Por ese motivo hemos decidido centrarnos en las diversas etapas de reciclaje llevadas a cabo para darle una nueva vida a las tarjetas de crédito o de débito más comunes como podrás ver a continuación.
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Dónde se tiran las tarjetas de crédito y de débito
Además del PVC que contiene cloruro, sustancia altamente contaminante, las tarjetas bancarias están también compuestas de metales pesados como el cadmio. Para imprimir los vistosos diseños de la parte trasera y delantera de las tarjetas bancarias, se utilizan además elementos químicos particularmente nocivos para el medioambiente para fijar los pigmentos de color en el plástico.Las tarjetas inteligentes con chip EMV nos permiten realizar pagos sin contacto en los lectores de tarjeta de forma rápida y segura. Para fabricar estos chips se utiliza silicio, un componente del vidrio con cuyo reciclaje podemos ahorrarnos un pico en combustible y en materias primas. Reciclar nuestras tarjetas bancarias es, por lo tanto, indispensable para cuidar de nuestro entorno y para no malgastar recursos. Desde hace unos años, las tarjetas son consideradas, de la misma manera que las neveras, los paneles solares o las máquinas tragaperras, como RAEEs Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Esto significa que para reciclarlas correctamente deberás acudir a tu Punto Limpio más cercano. Si te van las manualidades, siempre puedes reconvertir tu vieja tarjeta en un marco para tus fotos y evitar así que entren en contacto con la naturaleza.
Etapas de reciclaje de las tarjetas bancarias
De la misma manera que el resto de residuos electrónicos, las tarjetas de crédito y de débito deben pasar por un proceso relativamente complejo para evitar que dañen a la fauna y la flora:
Selección: durante esta primera etapa, las tarjetas son clasificadas en función de su potencial contaminante para garantizar su óptimo reciclado.
Almacenamiento temporal: normalmente, después de haber sido clasificados, los RAEEs son almacenados durante unos días antes de ser trasladados a la planta de reciclaje correspondiente.
Tratamiento: una vez llegan a la planta, las tarjetas bancarias son desmontadas en un primer momento. Después de haber separado las diferentes capas que las componen, los técnicos separan las sustancias químicas para después aislarlas. Esta etapa permite tratar cada uno de los elementos contaminantes de forma adaptada.
Reciclaje: en esta última fase, las sustancias químicas aisladas son reutilizadas para producir nuevas tarjetas de crédito o productos que necesiten de los mismos componentes.
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