La congelación de óvulos es cada vez más popular entre mujeres de todas las edades. Lee este artículo para averiguar por qué.
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Ya sea por motivos profesionales, personales o por razones que no le incumben a nadie, la congelación de óvulos se ha convertido en los últimos años en una alternativa cada vez más popular entre las mujeres que quieren ser madres. Hoy te contamos en qué consiste exactamente esta técnica de preservación de la fertilidad, cuánto cuesta de media en España y qué ventajas e inconvenientes presenta.
En qué consiste la congelación de óvulos
La vitrificación de ovocitos, más conocida como la congelación de óvulos, es una técnica de criopreservación ultrarrápida. Hablando en plata, se trata de un proceso durante el cual se extraen óvulos no fecundados de los ovarios para luego congelarlos recurriendo a la vitrificación, un método llamado vitrificación que permite congelar los óvulos con una rapidez que impide la formación de hielo en las células. Esta técnica relativamente moderna garantiza la supervivencia de una cifra mucho mayor de óvulos que con los métodos utilizados en el pasado.Antes de la congelación propiamente dicha, las mujeres que hayan decidido preservar su potencial reproductivo para el futuro deberán someterse primero a un tratamiento de estimulación ovárica por medio de una inyección de hormonas que contribuyen a aumentar la producción de ovocitos durante el ciclo menstrual. Mientras que los métodos de estimulación ovárica exitosos permiten la extracción de una media de 15 a 20 óvulos, en el caso de las mujeres que hayan superado los 35 años se suele obtener entre 6 y 10 ovocitos para su posterior vitrificación.Después de la extracción de los óvulos, los embriólogos seleccionan a aquellos que sean más aptos para su congelación. Aunque los óvulos congelados no caducan, la mayoría de los países de la UE han fijado un tope de 10 años para su conservación. En el caso de España, los óvulos pueden estar congelados tanto tiempo como se quiera, siempre y cuando se quiera cubrir los gastos derivados de su conservación.
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Todas las mujeres que no quieran o puedan ser madres en la actualidad pero que se plantean serlo en el futuro, pueden considerar la congelación de ovocitos, ya que se trata de la mejor alternativa para conservar su potencial reproductivo para el momento que se sientan preparadas de dar el paso. Este tratamiento es por lo tanto el más recomendable si se quiere dar el paso de ser madre en otro momento por las múltiples ventajas que ofrece:
Maternidad garantizada: en el caso de que haya motivos de salud que obliguen a extirpar los ovarios, las mujeres que se hayan sometido a este tipo de intervención seguirán teniendo la oportunidad de ser madres biológicas si han congelado sus óvulos previamente.
Preserva la fertilidad: como ya hemos mencionado antes, el mayor beneficio de la congelación de ovocitos es la conservación de la fertilidad a lo largo de los años y no hay nada como un par de porcentajes para probarlo. El porcentaje de éxito en la fecundación de óvulos congelados varía en función de diversos factores pero se sitúa por regla general entre el 40 % y el 70 %. Uno de los factores que determinan el éxito en este tipo de fecundación es la edad a la que se congelan los óvulos. Mientras que las mujeres que deciden congelar sus ovocitos con 20 años tienen muchas posibilidades de ser madres cuando decidan descongelar sus óvulos, a partir de los 35 años las posibilidades de fecundar óvulos congelados con éxito disminuye considerablemente.
Mayor poder de decisión: en el caso de que tu situación personal o profesional actual entre en conflicto con la maternidad, la congelación de tus óvulos puede ser la mejor opción si quieres ser madre biológica, ya que podrás intentar quedarte embarazada cuando más te convenga o simplemente cuando puedas permitirtelo desde un punto de vista económico.
Menos presión: si cada vez que te preguntan cuándo vas a ser madre desearías no entender español, la vitrificación de ovocitos puede estar hecha para ti. Al llegar a la pubertad, las mujeres tienen de media algo menos de medio millón de óvulos. En cada periodo menstrual se pierden unos mil óvulos con respecto a la regla anterior. Esto implica que a partir de los 35 años, el número de óvulos disponibles para la fecundación representa únicamente el 10 % de la cantidad presente durante la adolescencia.
Tratamientos contra el cáncer: esta la principal razón por la que se investigó en un primer momento la congelación de óvulos. Como la quimioterapia y la radioterapia perjudican gravemente a los óvulos hasta el punto de llegar a provocar la infertilidad en las pacientes, si congelas tus óvulos podrás ser madre aunque hayas tenido que recurrir a estos tipos de tratamientos para combatir un cáncer.
Coste de la congelación de óvulos en España
Según el SEF (Sociedad Española de Fertilidad), este método de preservación de la fecundidad ha ido ganando popularidad, ya que el número de mujeres que ha optado por la congelación de sus óvulos se ha duplicado en los últimos diez años.Si bien es cierto que España es uno de los países de la Unión Europea donde la congelación de ovocitos es menos costosa, esto no significa necesariamente que todo el mundo pueda permitirse este tipo de tratamiento. A pesar de que el precio final varía en función de diversos factores, podemos decir que la congelación de óvulos cuesta entre 2.000 y 4.000 €. El coste de la congelación de óvulos depende sobre todo de la provincia y de la clínica en la que se lleve a cabo, del precio de la terapia de hormonación o estimulación ovárica, de los gastos relacionados con la medicación necesaria y del coste de la punción para la extracción de los óvulos. Aunque muchas clínicas incluyen en el precio final los gastos de mantenimiento de los ovocitos, en muchos casos habrá que prever un gasto anual que oscila entre los 150 y los 300 €. Todas las cifras que hemos mencionado no representan sin embargo el desembolso total que hay que hacer para ser madre cuando se congelan los óvulos, ya que habrá que añadir además los gastos que suponen la fecundación in vitro y que se mueven entre los 3.000 y los 5.000 €.
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