Diferencia entre freelance y autónomo: guía completa con las claves para saber qué significa cada uno

Descubre todos los elementos que distinguen a estos dos perfiles y evita confundirlos en el futuro.

Seguro que has visto a muchas personas que se denominan de manera indistinta como autónomo y freelance. Pero ¿son lo mismo? ¿Funcionan igual de cara a la ley? ¿Qué cosas tienen en común y qué cosas no? Para resolver estas y más dudas, lee nuestra guía que aclara la diferencia entre freelance y autónomo.

Un freelance es un trabajador que ofrece sus servicios a otras empresas por su cuenta y de forma esporádica, sin que haya un contrato laboral entre las dos partes.

Este trabajador establece un acuerdo con dichas empresas para realizar uno o varios proyectos y actividades a cambio de una remuneración y un periodo de tiempo determinado.

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Un freelance depende 100 % de su actividad, que será su fuente total de ingresos. Cómo imaginarás, el freelance tiene que buscar a sus propios clientes y gestionar todo el acuerdo de colaboración con ellos.

Por tanto, es importante que desarrolle una serie de habilidades que le permitan desarrollar su negocio de forma sostenible:

• Habilidades comerciales: al tener que buscar a sus propios clientes, el freelance debe buscar nuevos proyectos y saber venderse para que lo contraten.
• Habilidades de comunicación: para saber venderse, tiene que entender cómo comunicar sus cualidades como profesional, por lo que también debe saber sobre comunicación.
• Habilidades de negociación y gestión de clientes: ser freelance conlleva negociar el precio de los servicios y gestionar la relación con los clientes que contraten dichos servicios.
• Habilidades de contabilidad: al igual que debes gestionar otras partes de tu negocio, al ser freelance deberás administrar tus ingresos y tus gastos de manera eficiente.
• Habilidades relacionadas con la fiscalidad: deberás estar al día con Hacienda, así que te conviene saber cómo darte de alta y cuándo (y cuánto) pagar en función de tu actividad. 

Un trabajador autónomo es aquel profesional que trabaja por cuenta propia. Teniendo este principio en cuenta, podemos establecer que un autónomo:

• Organiza su trabajo por sí mismo.
• Trabaja de forma independiente (no lo dirige ninguna empresa).
• Ejerce una actividad económica.
• Tiene la posibilidad de contar con gente a cargo.

La realidad es que un autónomo también tiene habilidades comerciales, de comunicación, de negociación y gestión de clientes y, por supuesto, también de fiscalidad, ya que ejerce una actividad propia en la que ofrece servicios para terceros.

Básicamente los dos perfiles hacen lo mismo y se gestionan de forma parecida, ya que al final ofrecen servicios para otras empresas o personas.

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Aunque te pueda sorprender, tanto un freelance como un autónomo son iguales de cara a la Seguridad Social. No existen diferencias ante la ley o la tributación por ambos perfiles (de hecho, el término freelance no existe en la legislación de España).

Sin embargo, sí se pueden encontrar un par de diferencias entre ambos perfiles (si bien es cierto que no tiene relevancia a nivel jurídico o legal). 

En relación a la actividad:

• El freelance se parece más a un colaborador, ya que un emprendedor es autónomo a jornada completa. En caso de que el freelance no llegue al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y trabaje de forma esporádica, no tendrá que darse de alta en el RETA ni pagar cuota de autónomos.

En relación a su uso social:

• Denominamos freelance a trabajadores autónomos que tienen contacto con las nuevas tecnologías o con el mundo online.
• Denominamos autónomos a todas las profesiones más tradicionales y analógicas (un fontanero, un jardinero o un electricista, por ejemplo).

Para resumirte un poco más la idea: todo freelance es autónomo pero no todo autónomo es freelance.

También hay que tener en cuenta que, salvo el hecho de poder evitar las cuotas de autónomo, la realidad es que el resto de obligaciones tributarias son iguales en los dos perfiles.

Este tipo de contrato, cuyas siglas corresponden a Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente, está destinado a aquellos profesionales que facturan más de un 75 % de sus ganancias a un único cliente.

Un acuerdo como este es ventajoso para ambas partes: por un lado, la empresa se ahorra el coste de tener a un empleado fijo y, por el otro, el trabajador autónomo tiene la seguridad y beneficios de un profesional asalariado.

Pero, ¿cuáles son sus ventajas y desventajas?

Ventajas

• Quedan recogidos el horario y los días de descanso.
• El trabajador tiene derecho a días de vacaciones (18 días hábiles, como mínimo).
• Se otorga un permiso de maternidad o paternidad.
• Se opta a indemnización por daños y perjuicios.
• Se puede optar a prestación por desempleo por incumplimiento del contrato.
• Se disfruta de un descuento en el pago de la seguridad social si el trabajador tiene menos de 30 años.

Desventajas

• El trabajador no puede tener otros profesionales a su cargo.
• Los materiales e infraestructuras corren a cargo del trabajador.
• El trabajador no puede tener locales abiertos de cara al público, así como trabajar con otros profesionales.
• Las cuotas y los impuestos corren a cargo del trabajador.
• Las vacaciones no están pagadas por la empresa.

Sin embargo, existen muchos tipos de contratos de trabajo en España, así que no tienes por qué cerrarte solo en los TRADE.

Depende. Si la actividad es esporádica y la cuantía ganada no supera el SMI, trabajar como freelance para una empresa no obliga a darse de alta como autónomo. En caso contrario, sí, y se deberá pagar mensualmente la cuota de autónomo, que ha cambiado sus tramos recientemente.

Cómo has comprobado, las diferencias entre ambos perfiles existen, aunque son muy pequeñas. Todo va a depender del tipo de relación que tengas con las empresas a las que les vas a facturar, ya que de eso dependerán tus obligaciones con Hacienda.

En cualquier caso, si estás meditando aún si convertirte en autónomo o buscar trabajo en una empresa, te recomendamos que leas nuestra guía Diferencias entre trabajador por cuenta ajena y trabajador por cuenta propia antes de tomar una decisión.

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