¿Acabas de llegar al mundo freelance? Keep calm. Aquí tienes unos consejos para ayudarte a empezar esta nueva etapa. ¡Es más fácil de lo que parece!
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Si estás leyendo esta página, lo más probable es que estés planteándote dar el salto a trabajar como freelancer. ¡Te damos la bienvenida al mundo del emprendedor! Si sueñas con trabajar por tu cuenta o disponer de una mayor flexibilidad, ten en cuenta que la vida freelancer ofrece grandes ventajas (por ejemplo, #desayunoenlacama), pero no es todo un camino de rosas. Sigue leyendo para descubrir todo lo que hay que saber acerca de cómo ser freelancer y lo que te espera más adelante.
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Un freelancer es un tipo de autónomo. En lugar de ser empleados de una empresa, los freelancers suelen trabajar como autónomos, proporcionando sus servicios por contrato o proyecto. Empresas de todos los tipos y tamaños pueden contratar a freelancers para llevar a cabo un proyecto o una tarea, pero los freelancers son responsables de pagar sus propios impuestos, seguridad social, planes de pensiones y otras contribuciones personales. Dado que trabajan para ellos mismos, los freelancers también deben correr con sus propios gastos de vacaciones y bajas por enfermedad. Lo mejor de todo es que los profesionales autónomos pueden establecer su propio horario laboral y organizarse el trabajo en función de su estilo de vida, ya sea trabajando de forma remota o desde las oficinas de sus clientes. Hay muchos tipos de freelancers, pero suelen ser trabajadores especializados en un campo: diseñadores, escritores, programadores, traductores, gestores, etc. Sin embargo, hay otro grupo de profesionales autónomos que a menudo se denominan "trabajadores temporales" o "contratistas". Los manitas, limpiadores, albañiles y conductores autónomos se incluyen en esta categoría. La diferencia más clara entre los freelancers y los trabajadores temporales es que los primeros suelen prestar sus servicios de forma online.
¿Cómo funciona el trabajo como freelancer?
Establecerse como freelancer es un poco como crear tu propio negocio. Si bien cada país tiene sus propias leyes y tipos de estructuras empresariales para freelancers, los factores clave que se deben tener cuenta son los mismos, independientemente de dónde vivas o trabajes. ¿Realmente te interesa ser freelancer?Si es así, vamos a ver qué hay que tener en cuenta para empezar a ser freelancer.
Tipo de entidad jurídica. Para empezar a trabajar como freelancer (al menos oficialmente), tienes que darte de alta como autónomo oficialmente. Ten en cuenta que la entidad jurídica que elijas (p. ej., empresa unipersonal, sociedad de responsabilidad limitada, etc.) determinará la cantidad de impuestos que tienen que pagar, la responsabilidad personal y la cantidad de papeleo necesaria. Es muy importante que lo tengas en cuenta antes de empezar.
Pago de impuestos (facturación, gastos, declaración de la renta, etc.). Una vez registrado el negocio, estarás obligado legalmente a cumplimentar declaraciones de la renta y pagar impuestos. Si tienes un buen sistema de facturación y control de gastos desde el primer día, evitarás dolores de cabeza al finalizar el año fiscal.
Elección de una póliza de seguros para freelancers. Aunque trabajes como freelancer, deberías poder disfrutar de la misma seguridad y tranquilidad que si fueras empleado de una empresa. Merece la pena plantearse contratar un seguro especial de salud, de negocios o de ingresos para freelancers que te proteja frente a situaciones inesperadas.
Apertura de una cuenta de negocios. En muchos casos, los freelancers no están obligados legalmente a abrir una cuenta bancaria, pero la mayoría lo hacen de todas formas. Poder separar las finanzas personales y profesionales facilita considerablemente la desgravación de gastos y el cálculo de los beneficios empresariales al final del año fiscal.
Obtención de clientes.Conseguir clientes antes de hacerse freelancer es una forma excelente de disponer de trabajo suficiente incluso en las épocas menos activas del año. Además, a la hora de ofrecer tus servicios a nuevos clientes, tu mejor publicidad son las referencias de otros clientes.
Redacción de tu propio contrato de freelance. Un contrato de freelance es un documento legal que debéis firmar tanto tú como tu cliente antes de empezar a trabajar en un nuevo proyecto. Lo que puede parecer una tediosa formalidad en realidad se trata del mejor modo de protegerte frente a posibles impagos, responsabilidades y problemas legales. En Internet encontrarás muchas plantillas de contratos de freelance que te puedes descargar de forma gratuita y adaptar a tu negocio.
¿Cuáles son las ventajas de ser freelancer?
A medida que el número de freelancers aumenta cada año, muchos afirman que se trata de una decisión que les ha cambiado la vida. Estas son algunas de las ventajas que suelen convencer a la gentepara dejar un empleo de toda la vida y hacerte freelancer.
Flexibilidad para decidir cómo, cuándo y dónde trabajar
Una de las mayores ventajas de ser tu propio jefe es que no tienes que pedir permiso a nadie para trabajar desde casa, levantarte tarde o trabajar mientras viajas. Tú eliges tu propio horario y dónde trabajas. Nadie va a impedirte tomarte el miércoles libre para visitar a tu abuela, o trabajar hasta altas horas de la madrugada y dormir hasta mediodía.
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Una vez que tu negocio esté en marcha, también tendrás la libertad de elegir a los clientes con los que quieres trabajar realmente. Es una sensación indescriptible. Si crees que no encajas con la personalidad del cliente, no te gusta la actitud de alguien o las condiciones de pago no son adecuadas, puedes dedicarte a buscar otro trabajo en lugar de emplear tu energía en luchar constantemente con el cliente.
Quedarse con todos los beneficios
Una de las mejores cosas de trabajar como freelancer es que puedes ver tus esfuerzos recompensados, sobre todo en el saldo de tu cuenta. Dado que te quedas con todos los beneficios después de impuestos, también puedes decidir en qué quieres emplear ese dinero.
¿Cuáles son los inconvenientes de ser freelancer?
¿Qué hacen los freelancers cuando las cosas no van como habían planeado? Esto nos lleva a los desafíos de dirigir un negocio freelance. Es importante ser consciente de algunas de las situaciones menos favorables a las que podrías enfrentarte si te haces freelancer, de modo que puedas prepararte y tomar las medidas necesarias para evitar cualquier problema.
Básicamente, estás tú y solo tú
Si tienes algún problema con clientes, recibes una queja o sufres un impago, no dispondrás del apoyo del departamento jurídico o de recursos humanos; y resolver todas estas cuestiones en solitario puede resultar agotador. La mejor manera de reducir el impacto de estos problemas es firmar un contrato de freelance antes de empezar a trabajar con un nuevo cliente, o bien contratar un seguro de freelance. Regístrate en un sindicato de freelancers también puede ser una excelente forma de obtener asistencia externa y recursos útiles.
Puede llegar a ser un mundo solitario
Si trabajas siempre desde casa y tienes poca interacción con el mundo exterior, puedes llegar a sentir la soledad del freelance. No todo el mundo está hecho para ello, plantéatelo antes de empezar. Las personas suelen pasar sus peores momentos cuando tienen que enfrentarse a problemas laborales y asumir toda la responsabilidad en solitario. Para superar estos sentimientos negativos, cada vez más freelancers se inscriben en espacios de trabajo compartidos (coworking, en inglés), que consisten en oficinas compartidas a un precio (normalmente) asequible que permiten a los freelancers evitar el aislamiento, así como separar la vida personal de la vida laboral. Los grupos de establecimiento de redes profesionales son otra forma de que los freelancers conozcan a personas de ideas afines con diferentes niveles de experiencia, lo que ofrece la oportunidad de aprender, compartir y crear nuevas relaciones comerciales.
Pagos irregulares
A menos que te asegures unos ingresos mensuales, obtener pagos regulares puede resultar complicado. Tus ingresos mensuales dependen totalmente de la cantidad de trabajo que realices y de la buena voluntad de tus clientes.
En resumidas cuentas...
Ser freelancer es un arte, como aprender a jugar al ajedrez o a pintar. Cuanto más practiques y perfecciones tus técnicas, mejor se te dará. Si estás planteándote hacerte freelancer y te da un poco de miedo, es completamente normal. No esperes el momento perfecto. Prepárate para empezar con buen pie: consigue clientes, contrata un seguro, abre una cuenta y sumérgete en el mundo freelance. Seamos sinceros: tendrás que trabajar duro para tener éxito, pero, cuando lo consigas, habrá merecido la pena.
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