Acciones de crecimiento y acciones de valor: definición, diferencias, ventajas y desventajas de cada una
Todo sobre las acciones de crecimiento y las acciones de valor.
6 min de lectura
Descubre cómo pueden complementar y fortalecer tu estrategia de inversión.
Las acciones de crecimiento pertenecen a empresas cuya valoración puede aumentar de manera exponencial en el futuro, mientras que las acciones de valor se refiere a las compañías que están infravaloradas en relación a su precio real.
Las empresas con acciones de crecimiento no suelen repartir dividendos entre sus inversores, ya que los reinvierten en el desarrollo de la compañía, a diferencia de las compañías con acciones de valor, que sí lo hacen.
Aunque pueden encontrarse en cualquier sector, las acciones de crecimiento suelen estar asociadas a la tecnología y la robótica, mientras que las de valor pueden encontrarse en el sector eléctrico y en el de la alimentación.
A pesar de que forman parte de dos corrientes inversoras opuestas, lo cierto es que tanto las acciones de crecimiento como las acciones de valor son activos interesantes para incluir en un portafolio de inversión y lograr, de esta manera, tener una cartera con mayor diversificación y, por tanto, una resistencia más alta ante los distintos ciclos económicos de la Bolsa.Lee a continuación para saber qué son exactamente, cómo funcionan y cuáles son sus principales características.
¿Qué son las acciones de crecimiento?
Las acciones de crecimiento (también conocidas por su término en inglés growth stocks) son activos financieros que tienen un gran potencial de revalorización, lo que en un futuro se puede traducir en rendimientos superiores a otros activos menos prometedores.
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Se trata de acciones que suelen pertenecer a empresas de reciente creación o de pequeño tamaño.
Se les denomina de crecimiento porque se espera que sus beneficios superen a la media de los activos de un sector dentro de la Bolsa.
Suelen formar parte de sectores productivos innovadores como la tecnología o la robótica.
Las empresas de estas acciones no suelen repartir dividendos, ya que reinvierten sus beneficios en estrategias de expansión para la compañía.
Su riesgo radica en que si la empresa no consigue evolucionar y expandirse como esperaba, el precio de la acción podría desplomarse.
¿Qué son las acciones de valor?
Las acciones de valor (también conocidas por su término en inglés value stocks) son aquellos activos cuyo valor actual se sitúa por debajo de su valor real en el mercado financiero, lo que significa que potencialmente en algún momento podrán alcanzar su valoración real, con el aumento de rentabilidad que esto conlleva.
Características de las acciones de valor
Se trata de acciones que están cotizando en los mercados por debajo de su valor, normalmente por reacciones negativas del mercado a algún dato poco optimista de la compañía (por ejemplo, un balance negativo).
Los inversores van detrás de estas acciones porque tienen un potencial muy grande de revalorización: suponen una oportunidad de comprar muy barato un activo que en realidad no lo es.
Estas acciones son difíciles de encontrar y suelen estar relacionadas con compañías medianas o grandes que llevan tiempo asentadas en el mercado.
A diferencia de las acciones de crecimiento, las acciones de valor pueden encontrarse en mercados como la energía eléctrica o la alimentación, entre otros.
Comparativa entre acciones de crecimiento y acciones de valor
Para que entiendas las diferencias con un simple vistazo, a continuación comparamos ambos tipos de acciones en esta tabla:
Acciones de crecimiento
Acciones de valor
Definición
Acciones que superan los rendimientos de otros activos en el mercado
Acciones que se encuentran infravaloradas en relación a su precio real
¿Suelen ofrecer dividendos?
No
Sí
¿Cuál es su volatilidad en general?
Alta
Baja
¿Pertenecen a algún mercado en particular ?
A todos los vinculados a la tecnología y la robótica, sobre todo
Pueden estar en cualquier sector, aunque tradicionalmente se concentran en el sector de la energía eléctrica y en el de la alimentación
¿Entrañan algún peligro?
Al ser de reciente creación, si no cumplen las expectativas, su valor se puede desplomar
Pueden no revalorizarse como los inversores vaticinan y mantenerse en el mismo precio
Antes de decidir si añades una u otra a tu cartera de inversión (o las dos, por qué no), debes tener en cuenta tu perfil de inversor en función de estos supuestos:
Tus metas financieras. Es muy importante que valores si quieres invertir a corto o a largo plazo, ya que cada acción es más recomendable para un supuesto o el otro. Las acciones de crecimiento son más cortoplacistas, mientras que las de valor funcionan mejor para periodos más largos.
Tu tolerancia al riesgo. ¿Cómo llevas la volatilidad? Si la respuesta es que mal, lo mejor es que te centres en compañías más asentadas, con mayor recorrido en el mercado, es decir: las acciones de valor. Si, por el contrario, toleras bien la volatilidad, quizás sea interesante que incluyas en tus inversiones acciones de crecimiento con las que exponerte a un mayor riesgo a cambio de potenciales ganancias más altas.
El contexto del mercado. Muchas veces tu decisión dependerá de si te encuentras en medio de un mercado bajista o un mercado alcista, por lo que debes analizar bien el momento en el que se encuentra la Bolsa a la hora de apostar por un tipo de acción u otra.
En cualquier caso, puede resultar atractivo unir lo mejor de cada uno de los dos escenarios y tener ambos tipos de acciones dentro de una cartera diversificada que soporte mejor los vaivenes del mercado y que te reporte buenos resultados.
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Preguntas frecuentes sobre las acciones de crecimiento
Si la inflación es alta, los bancos centrales tienden a bajar los tipos de interés, por lo que a las empresas con acciones de crecimiento les cuesta más expandirse al no tener acceso a una financiación más barata. Justo lo contrario que las empresas con acciones de valor, que se vuelven más competitivas al estar más asentadas y tener un mayor músculo económico.
Como explicamos en la anterior pregunta, las tasas de interés bajas favorecen a las acciones de crecimiento, mientras que las altas son mejores para las acciones de valor.
Siempre puedes incluir las dos en tu cartera de inversión, ya que ambos tipos de acciones aportan ventajas diferentes a tu estrategia.
Aparte de la coyuntura económica, otros factores que pueden afectar a la revalorización del precio de un activo son la cuenta de resultados que presente la compañía, la percepción de los inversores, los problemas económicos de otras empresas del mismo sector, etc.
En el lado de las acciones de crecimiento, destacan algunas tecnológicas como Amazon, Netflix o Apple, mientras que en las acciones de valor aparecen compañías más tradicionales y de otros sectores productivos, como Procter & Gamble o McDonalds.
