Invertir puede ser una forma excelente de generar riqueza. No obstante, la volatilidad de los mercados financieros puede hacer mella en tu bolsillo, pero también en tu salud mental.
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Si quieres sacarle el máximo partido a tu dinero, invertir puede ser una buena forma de hacerlo. Históricamente, las inversiones de renta variable han demostrado generar grandes ganancias a largo plazo, por lo que las acciones y bonos son un aspecto importante de muchas estrategias financieras. Sin embargo, las fluctuaciones de los mercados hacen que muchos seamos desconfiados a la hora de invertir por miedo a perder el dinero que tanto nos ha costado ganar o ahorrar. Además, con tanta sobreinformación informativa, a veces es difícil tomar decisiones informadas cuando las cosas se tuercen. Lo cierto es que invertir conlleva riesgos, pero también obtendrás ganancias si tienes las cosas claras. Para ello, necesitarás una buena estrategia de inversión y, a veces, paciencia para soportar los altibajos del mercado. En este artículo, te hablaremos de los miedos que pueden invadirnos a la hora de invertir y cómo superarlos para que no te limiten.
¿Te da miedo invertir? ¡Es normal!
Si al pensar en invertir te vienen a la cabeza los desplomes bursátiles y las turbulencias económicas de las últimas dos décadas, no estás solo. Aunque los aficionados a las finanzas te hagan creer que lo tienen todo controlado, es normal (y perfectamente comprensible) agobiarse cuando cae la bolsa. Además, tus circunstancias personales también pueden aumentar tu miedo a invertir. Si tienes mucho dinero invertido en tu cartera de valores, no te gusta asumir muchos riesgos o has tenido dificultades económicas en el pasado, puede que seas más propenso al estrés.Tanto si ya has empezado a invertir como si te estás planteando dar el salto, es normal sentir nervios. Pero una buena dosis de planificación, paciencia y perspectiva te ayudarán a lidiar con los altibajos de manera eficaz. Ah, y recuerda: invertir es siempre arriesgado, ¡así que nunca inviertas más de lo que estés dispuesto a perder!
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Seis consejos para superar el miedo a invertir
Puede que nunca consigas disipar todas tus inquietudes a la hora de invertir, pero puedes tomar algunas medidas (como cambios en tu conducta, educación, hábitos y rutinas) para calmar tus nervios y ayudarte a no perder el rumbo.
1. Informarse
Antes de empezar a invertir, siempre es útil tener unas nociones básicas sobre estrategia, rentabilidad y riesgo. Al fin y al cabo, el saber es poder. Estudiar lo básico, como qué son las acciones y los bonos, cómo gestionar tu patrimonio y tus impuestos, etc., te aportará los conocimientos que necesitas para tener éxito. Cuanto más sepas sobre inversión, más capaz serás de trazar una estrategia que te proteja contra el peor de los casos. Y, cuanto mejor sea tu estrategia, más capaz serás de lidiar con una volatilidad que, de lo contrario, te traería por el camino de la amargura.Hay muchas formas de aprender a invertir, desde blogs, hasta libros o webinarios. También puedes trabajar con un asesor financiero que te ayude a gestionar tu dinero según tus necesidades y tu personalidad.
2. Mirar antes de dar el salto
Tener miedo a invertir es comprensible. No obstante, cuando nos dejamos dominar por el miedo, nos arriesgamos a tomar decisiones que perjudican nuestro bienestar financiero a largo plazo. Por ejemplo, aunque las pérdidas que acarrea un desplome bursátil pueden ser devastadoras, sacar tu dinero cuando el mercado baja puede impedir que ganes dinero cuando el mercado vuelva a subir. También puede suceder lo contrario: comprar acciones de forma impulsiva sin pararte a pensar si encajan en tu estrategia puede pasarte factura. Por tanto, busca una segunda (o tercera) opinión antes de hacer una gran inversión o cambio en tu cartera. Y, si ya tienes una buena estrategia, mantén el rumbo, ya que a largo plazo puede salirte muy rentable.
3. No perder de vista tu objetivo
Por muy bueno que sea tu plan, las cosas pueden salir mal, y esto es especialmente cierto en el mundo de la bolsa. Sin embargo, cuanto más concreta sea tu meta, más fácil será alcanzarla. Tener un objetivo de inversión sólido puede marcar la diferencia entre la calma y el pánico. ¿Por qué? Porque toda estrategia que se precie debe incluir la capacidad de riesgo, el horizonte temporal y el presupuesto para descontar los efectos de la volatilidad del mercado. Por muy ambicioso que sea tu propósito, si tienes un plan al que aferrarte, estarás en buenas condiciones de mantener el rumbo aunque, en ocasiones, tengas que soportar turbulencias.
4. Entender cómo eres
No hay dos inversores iguales. Todos tenemos una personalidad financiera que explica cómo gestionamos el dinero... y también cómo lo invertimos. Hay determinados rasgos de la personalidad que nos hacen más propensos que otros a entrar en pánico cuando cae la bolsa. Por otro lado, hay inversores más dispuestos a ceñirse a una estrategia arriesgada con la esperanza de cosechar mayores ganancias. Así que, cuando planifiques cómo y en qué invertir, ten en cuenta cómo tu estilo de vida y tu forma de ver a las cosas afectan a tu relación con el dinero. ¿Toleras bien el riesgo? ¿Te agobian las fluctuaciones del mercado? ¿Prefieres ir despacito y con buena letra, o entrar a matar? Cuanto mejor entiendas tu actitud y tus preferencias, mejor podrás enfrentarte a las fluctuaciones más adelante.
5. Tener amplitud de miras
Aunque no puedes controlar lo que sucede en la bolsa, puedes controlar cómo reaccionas a ello. Una buena forma de vencer el miedo a la hora de invertir es recordar que las subidas y bajadas del mercado son momentos relativamente puntuales. La historia demuestra una y otra vez que lo que baja suele volver a subir y viceversa. Por tanto, las fluctuaciones de los mercados financieros quizás no son tan importantes como crees cuando ocurren. Así que respira hondo, mira las cosas con perspectiva y, si lo consideras necesario, haz ajustes y orienta tu cartera hacia tu objetivo.
6. Saber cuándo intervenir y cuándo desconectar
Los mercados financieros afectan a muchos aspectos de nuestra vida y economía, así que es importante estar al tanto de lo que sucede en ellos. Dicho esto, ya te habrás dado cuenta de que mirar el Dow Jones o el IBEX35 cada día puede perjudicar tu salud mental. Vivimos en un mundo hiperdigitalizado, lleno de últimas horas y titulares alarmantes. En ocasiones, tomarte un tiempo para desconectar será lo mejor para tu bienestar financiero. En lugar de estar pendiente de cada subida y bajada de la bolsa, céntrate en ti y en las cosas que puedes controlar. Esto puede traducirse en conciliar tu vida profesional y personal o planificar unas vacaciones que estén dentro de tu presupuesto. Mira las cosas con perspectiva y cada vez te dará menos miedo mirar tu cartera de inversiones.
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