Una visión honesta sobre las dificultades que supone gestionar tu dinero con más de 10 apps financieras.
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Parece que hay apps para todo, ya sea pedir el desayuno o una cita en la peluquería. Las pantallas abarrotadas de iconos nos han llevado a sufrir una forma moderna y única de agotamiento mental conocida como «fatiga de aplicaciones». Ya sea para gestionar tus finanzas, crear presupuestos, invertir o ahorrar, cada año surgen miles de apps en el mundo de las finanzas.
¿Tienes fatiga de aplicaciones? Bienvenido al club
Si alguna vez has intentado gestionar tus finanzas con varias apps, como es mi caso, sabrás que puede parecerse a un trabajo a jornada completa. Usar distintas apps de citas puede desgastar mucho, y lo mismo sucede con las apps financieras. Es muy fácil agobiarse cuando intentas mantenerte al día con los presupuestos, el ahorro, las inversiones y el seguimiento de facturas para llevar un control de tu dinero.Hace unos años, cuando empecé a familiarizarme con la creación de presupuestos, decidí probar You Need a Budget (YNAB). Esta app lleva un seguimiento de los ingresos y gastos, y cuenta con una sencilla interfaz con forma de hoja de cálculo, lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta que fue creada por un contable. Lo que me llamó la atención al inicio fue el principio básico de YNAB: dar a cada dólar (o en mi caso, a cada euro) un trabajo. La idea es asignar una «misión» a cada céntimo de tu cuenta. En la teoría era un concepto estupendo, pero en la práctica había que añadir registros diarios para tenerlo todo al día. Ahí fue cuando empecé a perder el interés. Aunque me gusta saber de dónde viene el dinero y a dónde va todos los meses, llevar un registro de todas y cada una de las transacciones hizo que me volviera extremadamente consciente de mis hábitos de gasto, y no siempre de una forma positiva. Me replanteé todo el tema de gastos y me sentía culpable hasta por los más insignificantes.
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Entonces, ¿qué utilizo en su lugar para llevar un seguimiento de mis finanzas? Pues hojas de cálculo. Aunque visualmente son poco atractivas, siento que con ellas llevo yo las riendas (más o menos). Si bien anoto hasta el último céntimo de mis ingresos como autónoma, la cosa se me complica a la hora de contabilizar los gastos. Siempre que se acerca el momento de presentar la declaración fiscal, acabo sumida en una frenética búsqueda entre extractos bancarios, recibos y distintas plataformas de compras para reunir los gastos deducibles. Y todos los años me prometo a mí misma que voy a empezar a tenerlo todo al día, y cada año, pues bueno... Acabo no haciéndolo.
Cómo gestionar tus inversiones en diferentes plataformas
Gestionar las inversiones tampoco ha sido tan fácil como esperaba. Al final tengo que estar cambiando entre la app del banco y la de las inversiones. Aunque me encanta la experiencia de usuario de mi cuenta de inversión, mi banco le gana con creces en cuanto a atención al cliente. En retrospectiva, lamento haber repartido mis inversiones entre dos plataformas (tres, si incluyo mi cuenta de ahorros). Esto implica tener que cambiar de app solo para ver el estado general de mis finanzas.
La pesadilla de compartir gastos
Dividir los gastos con mi pareja es fácil, porque usamos Splitwise, una herramienta sencilla que te permite dividir gastos. Pero ¿y los amigos? Aquí es donde se complica todo un poco. No todo el mundo tiene Splitwise, por lo que después de una comida o unas cañas solemos recurrir a PayPal, la única app que aparentemente tenemos la mayoría. Cuando no hay tiempo para ajustar cuentas en el momento, hago una lista de quién debe qué en mi app de notas, lo cual no es lo mejor. Por último, convierto esas notas en recordatorios en un gestor de tareas, que a su vez me recuerda pedirles el dinero a mis amigos, quienes luego me pagan usando toda una serie de apps y transferencias bancarias. Alerta de fatiga por exceso de aplicaciones.
El tiempo es dinero
Nuestro cerebro tarda una media de 9,5 minutos en adaptarse por completo a un cambio de tarea. Solo de pensar que en un solo día tengo que comprobar mi cuenta, anotar los gastos y gestionar las inversiones me da dolor de cabeza. La verdad es que simplemente no tengo la capacidad mental para abarcarlo todo. Hay semanas en las que me centro en las inversiones y descuido el seguimiento de los gastos. Al final, la ansiedad financiera se apodera de mí y me empeño en ponerme al día, pero me doy cuenta de que he perdido toda noción de mis inversiones, presupuesto y gastos diarios. Es un ciclo constante de fatiga de aplicaciones y de intentar ponerse al día a nivel financiero. Pero como es lo único que conozco, lo he aceptado como algo normal, o al menos por ahora.
Una sola app para todas tus necesidades financieras
Di adiós a la fatiga de aplicaciones. Con N26, tendrás todas tus necesidades bancarias cubiertas, por lo que podrás gastar, ahorrar e invertir directamente desde una sola app intuitiva. Con funciones como los Espacios para ahorrar, las notificaciones instantáneas para hacer un seguimiento de tus presupuestos, las opciones de inversión integradas y la división de gastos, podrás recuperar el control de tus finanzas y reducir los niveles de estrés en tu día a día.
