Decisiones económicas que debes tomar (y evitar) en 2025
Descubre los hábitos que debes dejar y adoptar para que este sea tu mejor año en términos financieros.
5 min de lectura
Ahora que se acerca el nuevo año, es hora de abandonar los hábitos económicos obsoletos y adoptar un nuevo enfoque para nuestras finanzas. No te dejes llevar por la presión de tener que seguir el ritmo de los demás: este año, céntrate en lo que tienes, crea límites financieros y márcate tus propios objetivos. Si estás deseando replantearte tu relación con el dinero y labrarte un futuro de éxito, sigue leyendo y descubrirás lo que se lleva (y lo que ya no se lleva) para aplicarlo a tus finanzas en 2025.
Lo que ya no se lleva: comparar tu cuenta bancaria con la de los demás
Es hora de dejar de ver el dinero como una competición. En esta sociedad dominada por las redes sociales, tendemos a caer en la trampa de comparar nuestros logros (o supuestos logros) con los que comparten otras personas. Pero su presencia en las redes suele reflejar solo una pequeña parte de la realidad, a menudo exagerada. Cuando nos comparamos con los demás, solemos medir nuestro éxito financiero según los par ámetros de otras personas, por lo que acabamos sintiéndonos inferiores.
Lo que se lleva: centrarte en lo que tienes
Para este 2025, te proponemos que apuestes por una mentalidad financiera que olvide lo que te falta y se centre en lo que posees. En lugar de obsesionarte con lo que tienen los demás, céntrate en tus victorias financieras, por pequeñas que te parezcan. ¿Has ahorrado un poco más que el año pasado? ¿Has aumentado tu fondo de emergencia? ¿O tal vez has amortizado parte de tus deudas? ¡Pues celebra tu progreso! Hacer balance de lo que poseemos no resulta únicamente práctico, sino que, además, nos recuerda que cada trayectoria financiera es única y no suele estar exenta de altibajos.
Lo que ya no se lleva: gastarte todo tu dinero en aparentar
Sales con tus amigos y amigas, y alguien propone ir a una coctelería de lujo. Sabes que no quieres gastarte tanto dinero, porque estás ahorrando para algo grande, como la entrada de una casa o la amortización de tus deudas. Pero decir «no» te parece desconsiderado y te dejas dominar por el miedo a perderte algo. Sin embargo, gastar dinero simplemente por seguir el ritmo de los demás pone en riesgo tus objetivos a largo plazo, convirtiendo breves momentos de diversión en incertidumbre de cara al futuro.
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Lo que se lleva: comunicar tus límites financieros
En lugar de ello, haz que 2025 sea el año de «economizar a viva voz», es decir, comunicar abiertamente tus prioridades financieras a tus amistades y familiares. A tus amigos y amigas de verdad no les importará que no acudas a una cena en un sitio caro, y tal vez incluso agradezcan sugerencias más asequibles, como ver una película en casa o quedar para comer y que cada uno lleve algo para compartir. Además, al marcar estos límites, tomas las riendas de tus finanzas y añades asertividad a tus relaciones social.
Lo que ya no se lleva: preocuparte por cosas que no puedes cambiar
En épocas de gran inestabilidad, podemos caer fácilmente en la trampa de obsesionarnos con las malas noticias, desde la inflación hasta las caídas de las bolsas. Pero estar siempre preocupados por circunstancias económicas ajenas a nuestro control solo hace que nos estresemos cada vez más. Nos preocupamos por instinto, porque queremos controlarlo todo para no llevarnos ninguna sorpresa desagradable. Y, sin embargo, cuanto más intentamos controlar lo que no podemos cambiar, mayor es nuestra ansiedad.
Lo que se lleva: controlar lo que está a tu alcance
En lugar de malgastar energía en lo que no puedes cambiar, es mejor centrar tu atención en cosas que te empoderen. Primero, observa qué es lo que te impulsa a hacer compras imprevistas. Quizás sea un «vistazo rápido» a una oferta o ponerte a ver las redes sociales después de un largo día. Segundo, dar pasos prácticos que puedan marcar la diferencia, como borrar los datos de pago que tienes guardados en tiendas online o cancelar tu suscripción a newsletters de tus marcas favoritas.
Lo que ya no se lleva: ignorar tu futuro a largo plazo
Puede que la jubilación te parezca algo lejano, pero no por ello debes ignorarla. Muchas personas evitan pensar en su pensión debido a una jerga compleja y enrevesada que acaba produciéndoles migrañas. Por otra parte, pensar en hacernos mayores y en los cambios que ello acarrea suele generarnos ansiedad, por lo que evitamos hacer planes. Pero posponer estas decisiones hace más difícil prepararse para un futuro seguro.
Lo que se lleva: hacer que tu «yo del futuro» sea una prioridad financiera
Ahorrar para tu jubilación puede ser intimidante, sobre todo si todavía no has comenzado a hacerlo. Pero incluso las pequeñas aportaciones regulares pueden marcar la diferencia a largo plazo. Plantéatelo como una obligación más, como el resto de facturas que tienes que pagar. Empezar con una cantidad modesta, como 50 o 100 € mensuales, te ayudará a crear el hábito de ahorrar y promover tu salud financiera a largo plazo. A medida que intensifiques este hábito, empezarás a tener más seguridad y confianza de cara al futuro. Recuerda que incluso las aportaciones más pequeñas te acercarán a la seguridad financiera que mereces y que vale la pena el esfuerzo.
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