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¿Qué es la libertad financiera?

Cuando hablamos de dinero, ahorros y bienestar financiero, hay muchas formas de sentirse libre y feliz. Exploramos el concepto de libertad financiera, cómo definirla y cómo alcanzarla.

10 min de lectura

La libertad financiera es una aspiración vital para todos, aunque ni siquiera seamos conscientes de ello. Pero ¿qué significa exactamente? Aunque estemos contradiciendo probablemente la opinión general, en N26 creemos que la libertad financiera varía de una persona a otra. Y tu forma de llegar a ser económicamente independiente puede depender de tu personalidad, tu estilo de vida, tu cultura y tus objetivos a corto y largo plazo. En este artículo vamos a analizar nuevas formas de entender este concepto tan abstracto, y te ayudaremos a identificar los obstáculos y trucos para conseguir alcanzarla. ¡Vamos allá!

¿Qué significa ser financieramente independiente?

Buena pregunta. ¿La respuesta? Depende de a quién le preguntes. Hay quienes te dirán que la libertad financiera es tener suficiente riqueza como para no tener que preocuparse nunca más por el dinero. Pero no todo el mundo lo ve así: depende de muchos factores, como tus objetivos, tu estilo de vida, tu ubicación y tu edad. 

Para calentar motores, estos son algunos criterios que permiten evaluar o reflexionar sobre la libertad financiera en cada caso

  • Tener unos ingresos constantes y sentir que tienes el control de tus finanzas
  • Haberte encaminado bien hacia tus objetivos financieros
  • Tener suficiente dinero ahorrado por si algo sale mal
  • Tener suficiente dinero en el bolsillo como para llevar un determinado estilo de vida

Todo esto se traduce en una sensación general de seguridad y bienestar financiero: “Tengo suficiente para lo que necesito y para lo que quiero, sin preocupaciones ni estrés”.

Resumiendo, esta sería una definición más amplia y acertada de libertad financiera: ser capaz de gestionar fácilmente tu dinero y tu vida de la forma que mejor se adapte a ti.

¿Qué te hace sentir (financieramente) libre? 

¿Puede el dinero comprar la libertad? No exactamente, pero puede darte los recursos que necesitas para que te sientas más a gusto y más feliz. Para algunos, esto significa tener suficiente dinero para pasearse en yate por el Caribe. Para otros es permitirse las comodidades del hogar o, simplemente, disponer de un dinero para poder financiar sus caprichos. 

Hay quienes se esfuerzan por comprarse una casa, mientras que otros prefieren viajar por el mundo. Hay quienes se organizan para poder permitirse una jubilación anticipada, mientras que otros prefieren utilizar su dinero para perseguir el famoso carpe diem. En general, se trata de ser capaces de tomar decisiones que sean fieles a nosotros mismos, sin tener miedo de las posibles consecuencias económicas. 

Para que puedas encontrar la definición de libertad financiera que mejor se ajuste a ti, te dejamos algunas cuestiones que merece la pena tener en cuenta: 

La libertad de poder elegir

Un aspecto fundamental de la libertad —financiera o de cualquier tipo— es la capacidad de poder tomar decisiones que se adapten a ti y a la vida que quieres llevar. Esto significa para algunos tener tanto dinero como para poder dedicar tu tiempo a lo que quieras. Para otros, subir de categoría en su profesión para optar por trabajos mejor remunerados en el futuro. O podría significar perseguir tu pasión como artista, impartir clases en el extranjero o trabajar para una ONG. Puedes dar prioridad a una carrera que te permita formar una familia, o escoger trabajar como autónomo en proyectos que te inspiren. 

Estar en una posición que te permite elegir te da poder, y esa es una de las principales formas de libertad financiera. Además, implica que puedes tomar decisiones con las que te identifiques y desarrollar tu manera de gestionar el dinero en función de tus valores.   

La libertad de la seguridad

Aunque algunos valoran más la espontaneidad que la estabilidad, la sensación de seguridad es algo que la mayoría de nosotros buscamos de una forma u otra. Desde un punto de vista financiero, la seguridad podría significar tener unos ingresos estables y constantes a largo plazo. También podría significar tener suficiente dinero ahorrado para hacer frente a cualquier imprevisto, o para cuidar cómodamente de tus hijos y otros miembros de la familia que puedan necesitar tu ayuda. 

Para otras personas, la seguridad va más allá, como invertir en una vivienda propia, contribuir en gran medida a los ahorros para la jubilación o tener fuentes de ingresos pasivos, como inversiones o propiedades en alquiler. Seas el tipo de persona que seas, merece la pena que te preguntes qué te aporta seguridad, y que tomes las medidas financieras oportunas para conseguirla. 

La libertad de la aventura

¿Te gusta salir de tu zona de confort y vivir experiencias nuevas? Para muchos de nosotros, vivir aventuras y explorar son una parte clave para sentirnos libres. Ya sea viajando por trabajo o por placer, iniciando una nueva y emocionante carrera o tomándote tiempo libre para recorrer el mundo o perseguir tus pasiones: incluir las aventuras en tu vida puede ser tu camino hacia la felicidad. Independientemente del sentido que tenga para ti, es útil pensar en cómo la libertad financiera puede brindarte cierta sensación de aventura. Podrías optar por una profesión que te permita viajar por el mundo, bien sea en viajes de negocios o con un trabajo a distancia. También puedes dedicarte a ahorrar seriamente todos los meses para unas vacaciones largas, un año sabático o una jubilación anticipada, y luego irte a recorrer el mundo.  

La libertad de la comodidad

¿Qué te hace sentir a gusto y feliz? Algunas personas definen la comodidad como tener suficiente dinero para hacer compras que les alegren y reconforten, mientras que otras prefieren tener suficiente dinero en el banco o un fondo de jubilación que les permita sentirse a gusto con su nivel de vida. 

¿Prefieres la comodidad de la terraza de un piso en el centro de la ciudad o la de un acogedor sofá en una casa en el campo? ¿Te atrae la flexibilidad de un alquiler o prefieres la seguridad de tener una vivienda propia? Definir lo que significa la comodidad para ti y su relación con tus objetivos financieros es un ejercicio útil, independientemente de la etapa de tu vida en la que te encuentres. 

La libertad de tener tiempo 

Para nosotros, cuando pensamos en libertad financiera, poder dedicar tiempo a lo que nos apetece es muy importante, ya sea en el trabajo, con la familia o en la carretera. La forma de gastar y ahorrar son factores de peso en este sentido. Pongamos que tu sueño es jubilarte a los 40 o 50 años. Tal vez trabajes duro en los primeros años de tu carrera para poder dedicar tu tiempo más adelante a lo que quieras. Tal vez escojas un trabajo de día o a tiempo parcial que te deje más tiempo para tus hobbies, o decidas trabajar a distancia para dedicar tu tiempo en viajar. 

A fin de cuentas, la libertad financiera consiste en equilibrar tus necesidades y deseos con el dinero que tienes ahora —o que esperas tener algún día—. Luego se trata de establecer objetivos para lograr el tipo de libertad financiera que te interesa, ya sea en forma de tiempo, seguridad o aventuras. ¿La buena noticia? No hay una respuesta correcta o incorrecta, sino muchas maneras diferentes de imaginarse una buena vida. 

¿Qué obstáculos hay en el camino hacia la libertad financiera?

En un mundo ideal, todas las personas tendrían suficiente dinero para ser felices, cuidar de su salud y evitar el estrés económico. Pero sabemos de sobra que nuestro mundo dista mucho de ser perfecto, y que muchos factores pueden interponerse en el camino de la libertad financiera. 

En los países más ricos, un mayor número de personas tiene oportunidades que las llevan a disfrutar de una mayor libertad financiera, como riqueza heredada o acceso a la educación. Las personas que viven en los países del Norte suelen tenerlo más fácil que las de los países del Sur, donde las economías pueden ser más pequeñas y menos resistentes. Es un panorama complicado, pero es importante tener en cuenta que muchas personas se encuentran en desventaja económica sin tener culpa alguna. Incluso dentro de un mismo país, la ubicación influye en el coste de la vida, la educación y las perspectivas de trabajo. Por ejemplo, las zonas urbanas suelen ofrecer trabajos mejor remunerados que las zonas rurales, aunque también son más caras para vivir.

Vivas donde vivas, tu estatus socioeconómico puede influir en tu camino hacia la libertad financiera. Cualquiera que comience su vida adulta con un poco de ayuda de sus padres y un buen nivel de educación tiene más posibilidades de alcanzar la libertad financiera a la que aspira que alguien sin estas facilidades. Y, a pesar de los prometedores avances, la desigualdad sigue siendo un gran obstáculo. La libertad financiera puede ser más difícil de alcanzar si eres una persona racializada, mujer, miembro de la comunidad LGBTQ+ o tienes una discapacidad: ¡una razón más para que luchemos por un mundo más equitativo! 

Incluso aunque tu camino sea prometedor, el mundo está lleno de volatilidad, y esta puede afectar a tus finanzas. Las caídas de la bolsa, la inflación, los conflictos geopolíticos, los problemas de la cadena de suministro, etc., pueden causar estragos en la economía mundial. En las situaciones más extremas, este tipo de turbulencias globales pueden dar lugar a verdaderas dificultades, como la pérdida de puestos de trabajo, la caída del mercado inmobiliario, la pérdida de valor de los fondos de pensiones y un largo etcétera. 

Lo fácil sería atrincherarse en el pesimismo, pero parte de la conquista de la verdadera libertad está en saber a qué aspiras y a qué te enfrentas. De esta forma, tendrás más herramientas para tomar decisiones fundamentadas teniendo en cuenta tus circunstancias particulares.

Pasos clave para alcanzar la libertad financiera

Después de todo lo que hemos hablado sobre la libertad financiera, está claro que hay muchas maneras diferentes de disfrutarla, y que no hay dos planteamientos iguales. Dicho esto, conviene que tengas en cuenta algunos aspectos que te ayudarán a evitar ciertos factores de estrés financiero habituales y a encontrar un planteamiento más eficaz para gestionar tu dinero. Sea cual sea el tipo de libertad financiera al que aspires, aquí te presentamos una lista de factores que puedes tener en cuenta:

  • Define tus objetivos: piensa en cómo quieres que sea tu vida y en la cantidad de dinero que podrías necesitar para alcanzar ese sueño, tanto a corto como a largo plazo. 
  • Salda cualquier deuda de interés elevado lo antes posible: las deudas son un rollo, sobre todo las de las tarjetas de crédito, pues generan muchos intereses. Si tienes este o cualquier otro tipo de deuda, intenta saldarla lo antes posible para liberar tu mente —y tu cuenta bancaria—. 
  • Ahorra para los imprevistos: a veces surgen imprevistos y, cuando esto pasa, es mejor poder contar con al menos tres meses de gastos de manutención ahorrados. Los gastos inesperados, como los de las reparaciones domésticas, las urgencias médicas o las averías de un vehículo, pueden perjudicarte económicamente, así que haz lo que esté en tu mano para apartar algo de dinero por si acaso. 
  • Contribuye a un fondo de jubilación: tanto si quieres seguir trabajando para siempre como si prefieres viajar por el mundo nada más cumplir los 60, planificar la jubilación es una parte importante para asegurarte un futuro a nivel económico. Aprovecha los planes de jubilación para empleados, o crea tu propio fondo de inversiones para hacer crecer tus ahorros.  
  • Compra tu propia casa: puede que no sea una opción para todo el mundo, pero si puedes permitírtelo, invertir en tu propio apartamento o casa puede ser una forma estupenda de generar riqueza. Ahorrarás en gastos de vivienda a medida que vayas cumpliendo años y podrás dejar algo en herencia a tus hijos, si decides tenerlos. 
  • Invierte lo que puedas cuando puedas: un camino hacia el éxito financiero es generar ingresos pasivos. Puede tratarse de ingresos procedentes de las propiedades en alquiler que poseas o del dinero acumulado en cuentas de inversión. Aunque conlleva sus propios riesgos, invertir puede ser una excelente manera de generar riqueza. 


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