¿Qué es un salario?

Si acabas de comenzar a trabajar o has pasado de cobrar por horas a recibir un sueldo, te conviene saber en qué consiste un salario habitual. El salario es el dinero que cobras a cambio de tu trabajo. Suele ser una cantidad fija, que recibes periódicamente a lo largo del año. El salario anual es la suma total que percibes a lo largo de 12 meses, mientras que un salario mensual se refiere a la cantidad que cobras en un mes concreto. 

Esa es la definición sencilla. Una explicación más completa del salario incluiría un desglose de cómo se paga a los trabajadores asalariados y en qué se distingue el salario del pago por horas. A menudo se habla de los términos «salario» y «pago» indistintamente, pero existen diferencias que es importante que comprendas antes de aceptar una oferta laboral. 

Así pues, vamos a ver la definición de salario más detenidamente.

Cuando veas la palabra «salario» junto a la descripción de un puesto de trabajo o en una oferta de empleo, normalmente hará referencia al salario anual: una suma fija de dinero que el empresario te pagará repartida a lo largo de un año. Algunos empleadores pueden indicar el sueldo mensual, pero no es lo común y es probable que se especifique. 

Algunas ofertas de trabajo no indican el salario o incluyen un rango de posibilidades, pero siempre puedes pedir más información antes de aceptar una oferta de trabajo. El salario exacto debe figurar en el contrato de trabajo que firmes, donde deben especificarse también el número de horas que se espera que trabajes de forma semanal, mensual o anual.

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Aprender lo básico

Si aceptas un trabajo en una empresa que te ofrezca un salario fijo, serás un trabajador asalariado. Esta relación laboral está definida por un contrato de trabajo en el que se especifica el importe de tu salario, la frecuencia con la que lo percibirás y las horas que deberás trabajar a cambio, entre otras importantes condiciones de empleo.

La cantidad exacta de dinero que recibirás como asalariado dependerá de varios factores como:

• Tu experiencia laboral; 
• el campo en el que trabajes y el tipo de empresa de que se trate;
• la ubicación de la empresa y el coste de la vida en ese lugar;
• tu capacidad para negociar un sueldo mejor.

Aunque la frecuencia con la que se cobra el salario difiere de una empresa a otra, lo normal es que recibas una cantidad fija de dinero al menos una vez al mes, por el trabajo desarrollado en ese periodo.

Como hemos dicho, la frecuencia del pago del salario depende de los pormenores de tu contrato y del tipo de trabajo que desarrolles para la empresa. En muchos casos, el salario se paga una vez al mes. En otros, puedes cobrar dos veces al mes, o incluso semanalmente.

Pero ¿cómo se paga el salario? A continuación, te explicamos tres métodos que deberías conocer:

• Ingreso en cuenta. El método de pago más habitual es el ingreso directo en tu cuenta bancaria, también conocido como transferencia electrónica de fondos (TEF). Mediante una TEF, el dinero se envía automáticamente a tu cuenta cada mes. Puede hacer falta un poco de tiempo para configurarlo al principio, pero luego es increíblemente cómodo, ya que el dinero llega directamente a tu cuenta el día de cobro.
• Cheque nómina. También puedes recibir tu sueldo mediante un cheque en papel. En ese caso, tendrás que ingresarlo en el banco para que el dinero llegue finalmente a tu cuenta bancaria. 
• Wallet para móviles. Los wallets para móviles son otra forma de pago cuya popularidad va en aumento. Con esta opción, el dinero se deposita en una cuenta electrónica de tu teléfono móvil. 

Recuerda preguntarle a tu empleador cómo vas a cobrar exactamente al empezar a trabajar. Por lo general, recibirás un ingreso en tu cuenta un día o fecha determinados del mes. Por ejemplo, puede ser el último viernes de cada mes. Se especificará en una nómina en la que se detalla tu salario bruto (la cantidad total que te pagan), así como tu salario neto (el dinero que recibes realmente en tu cuenta bancaria, tras las deducciones por seguridad social, asistencia sanitaria y otros costes). Aquí también se incluyen las pagas extras, las cuales dependerán del convenio colectivo al que estés acogido.

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Tus horas de trabajo serán distintas según el trabajo que lleves a cabo y la empresa. Como norma general, un trabajador asalariado a jornada completa trabaja entre 35 y 40 horas semanales. A veces, estas horas se reparten a lo largo de una semana laboral de 5 días, siendo la jornada laboral típica de 7 a 8 horas al día (puede ser distinto si tu trabajo conlleva turnos de noche o de madrugada). 

En el contrato que firmes con la empresa se especificará el número de horas que tendrás que trabajar. Es bastante habitual trabajar más horas de las que figuran en el contrato, y no todos los trabajadores cobran por ese tiempo adicional. Algunos empresarios ofrecen una compensación por el tiempo añadido en forma de horas extra.

La remuneración salarial tiene algunas ventajas y desventajas frente a la remuneración por horas. Estos son algunos de los aspectos que debes tener en cuenta:

Una de las ventajas de la remuneración salarial es que recibes una cantidad de dinero constante y periódica en tu cuenta bancaria cada mes. Este sistema puede facilitarte la vida a la hora de planificar tus finanzas y administrar tu dinero, porque sabes cuánto dinero vas a cobrar cada mes. El trabajo pagado por horas varía según la empresa y el tipo de trabajo. Esta variabilidad a veces puede dificultarte planificar tu economía. 

Cuando cobras un salario, la cantidad que te pagan puede cambiar si te vas de vacaciones o tienes un problema de salud. También puede variar si trabajas horas extra y las cobras. Cuando cobras por horas, solo ganas dinero por el trabajo que llevas a cabo, lo que significa que, por lo general, no cobrarás si te vas de vacaciones o te das de baja por enfermedad. Si estás buscando un nuevo trabajo, merece la pena que valores qué es más importante para ti.

Como parte de tu contrato de trabajo, te comprometes a trabajar para tu empleador un determinado número de horas al día o a la semana. Si trabajas más tiempo, puede ser difícil solicitar el pago de horas extra si no lo has acordado previamente con la empresa. Cobrar horas extra es bastante habitual cuando se trabaja por horas. 

La periodicidad y el importe que se cobra como salario suelen ser siempre los mismos. Puede ser una desventaja si necesitas más dinero para darte un capricho o irte de viaje, o si se presenta un imprevisto. Normalmente, cuando cobras un salario, no puedes trabajar más para aumentar tus ingresos.

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La mejor forma de mantener bajo control tus finanzas y tu presupuesto es cobrar tu salario directamente en tu cuenta sin comisiones. Es algo sencillo de configurar, que te ayudará a garantizar que tengas siempre dinero suficiente en tu cuenta para cubrir tus gastos habituales, como el alquiler. Si ya cobras tu salario en una cuenta bancaria pero estás pensando en cambiarte a N26, nuestra herramienta para cambiar de banco transferirá fácilmente todos tus ingresos a la cuenta nueva, para que puedas configurarlo todo automáticamente.

Con los Espacios de N26, podrás crear hasta 10 subcuentas, que estarán disponibles junto con tu cuenta principal. Podrás asignar un nombre diferente y un objetivo de ahorro a cada una de ellas, y luego configurar Reglas para que se transfieran los fondos a tus espacios automáticamente. 

Si no has configurado el ingreso antes, cobrar el salario en tu cuenta de N26 es muy fácil. Tan solo tienes que proporcionar a tu empleador tu número de cuenta bancaria internacional (IBAN) de N26 y te transferirá el salario mensual a través del sistema de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA). ¿A qué estás esperando? Encuentra la cuenta bancaria de N26 perfecta para ti.