Si planeas convertirte en titular de una tarjeta de crédito, este artículo te interesa

Te contamos cuáles son las partes de una tarjeta de crédito y todo lo que debes saber sobre ella.

Las tarjetas son como los móviles: todo el mundo tiene una (y algunos, varias). Su uso te permite evitar el efectivo y que la cartera vaya algo más ligera (qué complicado guardarla en el bolsillo cuando va llena de monedas, ¿verdad?).

Entre los diferentes tipos de tarjetas, existe la tarjeta de débito y la de crédito. Justo de estas últimas vamos a desgranar todo lo que debes saber antes de que te conviertas en titular de una tarjeta de crédito y comiences a utilizarlas.

Aunque a veces puedan parecer irrelevantes, todos los elementos que aparecen en tu tarjeta de crédito cumplen una tarea importante en su funcionamiento y seguridad. 

Su significado, disposición y alcance en la tarjeta lo establece la normativa SO/IEC 7812, que se puso en marcha en 1989. Dicha norma establece que estos son los componentes que deben aparecer dentro de una tarjeta de crédito:

• Titular de la tarjeta. Es la persona que ha solicitado la tarjeta y, por tanto, la propietaria de la misma.
• Nombre del emisor de la tarjeta. Es la entidad bancaria que autorizó la creación de la tarjeta para el titular.
• Logotipo de la marca de la tarjeta. Aparece en la esquina inferior derecha (ya sabes, Mastercard, Visa, etc.).
• El chip. Se encuentra situado en la esquina superior derecha y es el responsable de que tanto tus compras como tus retiradas en efectivo en los cajeros sean seguras.
• El número de la tarjeta. Está en la parte central delantera de la tarjeta y se compone de 16 dígitos. Nunca puede haber dos tarjetas con el mismo número.
• Fecha de caducidad de la tarjeta. Establece la fecha a partir de la que la tarjeta dejará de tener validez. En las compras físicas no es un dato relevante (a menos que la tarjeta haya caducado, claro), pero en las compras online es un número que siempre se pide.
• Banda magnética. Atraviesa la tarjeta de punta a punta en la parte trasera. Sirve para hacer transacciones deslizándola en los posnet (esos aparatitos con los que nos cobran en cualquier comercio). Actualmente no se usa mucho porque el chip contiene la misma información que la banda.
• Número de seguridad o número CVV. Las tres cifras más importantes cuando compras online (te las exigen para efectuar los pagos). Aparecen en la parte central trasera de la tarjeta, justo al lado de la firma. 

El titular de una tarjeta de crédito es aquella persona que la solicita, ya sea a través de su banco o a través de otra entidad. Normalmente, cuando la pides, debes hacerlo a través de un comercial de dicho banco en el que tengas cuenta corriente, aunque afortunadamente ya existen otras opciones más cómodas y sencillas.

En general, entre los datos que se suelen pedir para poder convertirte en titular de una tarjeta de crédito están tu nombre completo, tu dirección, información sobre tus ingresos y con qué otras tarjetas cuentas en la actualidad. 

Una vez tiene toda esta información, el emisor decide si eres un perfil apto para recibir la tarjeta. Si es así, te asignará un límite de crédito (que es la cantidad máxima que te permitirá gastar con tu tarjeta) y te convertirás automáticamente en titular (o lo que es lo mismo: el pistoletazo de salida para empezar a gastar).

Para tu tranquilidad, la respuesta es que sí, son muy seguras. Las tarjetas están pensadas para que puedas realizar pagos sin tener que llevar encima una gran cantidad de dinero en efectivo (eso ya suena seguro, ¿no?). 

Sin embargo, la seguridad no acaba ahí, y normalmente las tarjetas incluyen otras garantías que nos permiten dormir con mucha tranquilidad:

• En las compras físicas, si la compra se hace con chip, hay que introducir el PIN. Si pagas usando tecnología contactless, debes introducirlo si superas los 50 € (antes de la pandemia por COVID-19 el límite se situaba en los 20 €).
• Para compras online necesitas el CVV y el resto de datos que presenta la tarjeta. Esto significa que para que alguien pueda realizar pagos con tu tarjeta, debe tenerla físicamente o tener imágenes de todos estos datos, lo cual disminuye enormemente las probabilidades de fraude. Además, también las puedes vincular a tu Google Pay o Apple Pay si no quieres llevarlas encima.
• Muchos bancos usan, además de las anteriores medidas, una clave de seguridad que se envía mediante sms al propietario de la tarjeta cada vez que quiere hacer una compra online. Esa clave caduca a los pocos minutos para imposibilitar que alguien pueda robarla.

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