Cómo disfrutar de la temporada de bodas sin caer en bancarota

Para muchos, asistir a una boda no es tan color de rosa como se puede pensar. El 62 % de los invitados a las bodas se preocupa por el coste que supone acompañar a alguien especial en ese gran día, y casi el 18 % se plantea tirar de tarjeta de crédito para poder acudir. Pero que no cunda el pánico. Entender en profundidad cuáles son los principales gastos de asistir a una boda te ayudará a elaborar un presupuesto acorde para que puedas desmelenarse sin miedo de tirar la casa por la ventana.  

Poco se habla del compromiso tácito que supone recibir una invitación a una boda: el gasto que acarrea. Según The Knot, un invitado promedio se gastó nada menos que 580 $ por enlace en 2023, o sea, ¡120 $ más que en 2021! Y si crees que si la boda es en la ciudad o pueblo en el que vives la broma te saldrá más barata, te equivocas: incluso las bodas que no requieren desplazamiento representaron un gasto de unos 250 $.

Para los que sí que tenían que viajar, los costes se multiplicaron. ¿Tienes que ir en coche? Calcula que suba hasta unos 680 $. ¿Te toca coger un avión? Localiza la salida de emergencia rápidamente, porque el gasto medio es de 1.600 $. Y, al parecer, cuanto más jóvenes somos, más nos gastamos. Según Fortune, la generación Z y la milenial lideran el despilfarro de esta temporada de bodas, con una media de 1.211 $ y 1.191 $ respectivamente. 

Por eso, para entender mejor cómo preparar un presupuesto de cara a estos eventos, desglosemos los costes para que tu cartera no se levante con la misma resaca que tú al día siguiente.

Incluso antes de que llegue el gran día, los gastos de una boda empiezan a acumularse. Recuerda que está la despedida de soltera o de soltero, además de las celebraciones intermedias, todo lo cual puede dejarte la cuenta tiritando. La tradición de las despedidas ha pasado de ser una simple noche de fiesta a una verdadera escapada a cada cuál más envidiable. Si bien son recuerdos para siempre, estos encuentros suponen un gasto considerable, como el viaje hasta allí, el alojamiento y una serie de actividades para despedir la soltería.

Un estudio de Aviva arrojó más luz sobre esta tendencia, ya que concluyó que los británicos gastan una media de 779 £ para asistir a este tipo de celebraciones en Reino Unido, mientras que la cifra asciende a 1.208 £ cuando la fiesta es en el extranjero. También llama la atención la diferencia entre géneros, puesto que los hombres suelen gastar más que las mujeres (920 £ versus 652 £ respectivamente). A consecuencia de ello, en torno a un tercio de los invitados rechazan la invitación a las despedidas, sobre todo por motivos económicos.

Los gastos de estas celebraciones previas son mayores para los miembros del cortejo nupcial. La madrina y el padrino suelen tener que hacer frente a una buena parte de los gastos de la fiesta, por no hablar de los gastos adicionales de las despedidas y otros eventos anteriores a la boda. Aunque puede que la comitiva de la novia sufrague los costes de la despedida, la madrina suele apoquinar una buena parte de ellos. Del mismo modo, los miembros de la comitiva del novio, liderados por el padrino, aportan su cuota tratando de llegar a un equilibrio entre la tradición y la realidad de una despedida moderna.

Las bodas se han convertido en celebraciones más complejas y a menudo se escenifican en emplazamientos de ensueño o grandes ciudades, por lo que se incrementan los gastos para los invitados. Según Fortune, el invitado promedio a una boda que requiere viajar se enfrenta a un gasto de 456 $ tan solo para el viaje y el alojamiento. Sin embargo, esta cifra solo es la punta del iceberg, ya que no tiene en cuenta factores como viajar con niños, los destinos exóticos o los precios desorbitados de una gran ciudad. 

La boda no es solo una oportunidad para que la feliz pareja se ponga de punta en blanco, sino que también se espera que los invitados luzcan sus mejores galas. Muchas personas también se sienten obligadas a que su look no solo sea memorable, sino también digno de destacar en redes.

Pero ponernos guapos y guapas tiene su precio. La búsqueda del conjunto ideal para una boda se ha convertido en un gasto considerable, con una media de 274 $ por invitado. Invertir en un conjunto puede parecer frívolo, pero también es una oportunidad de expresarte y celebrar. Arreglarse para una boda es una oportunidad de participar de la alegría y festividad de la ocasión, y de honrar a los novios.

Pero ¿cómo podemos dar la mejor imagen posible sin tirar la casa por la ventana? El reto consiste en hallar el equilibrio entre las expectativas sociales y el presupuesto personal. Existen opciones alternativas, como alquilar la ropa, buscar gangas de segunda mano o incluso intercambiarse prendas con amigas para no tener que comprar otro modelito nuevo. Estos métodos no solo aligeran el gasto, sino que también añaden un toque divertido y sostenible.

Y ahora llega la duda del millón, ¿cuánto debemos gastarnos el regalo a los novios? Según The Knot, el gasto medio en un regalo de boda está en torno a los 150 $. Este importe varía ligeramente en función de la relación del invitado con los novios, la situación económica de ese momento y la casuística particular de cada persona.

Pero lo importante es entender que no hay una cantidad «correcta» y el regalo nunca debe ponerte en aprietos económicos. Para ello, piensa en el significado del detalle o busca formas más asequibles, originales y cercanas de celebrar que completen o sirvan como alternativa a un regalo que se ajuste más a ti. Ya sea un regalo material para la nueva etapa que comienzan, un servicio de la boda como la fotografía o la tarta de la boda, o un detalle sentimental que inspire recuerdos o algo gracioso que te haya sucedido con la pareja. Lo esencial es que demuestre tu cariño y apoyo al nuevo matrimonio.

Durante la temporada de bodas, a veces parece que el dinero se evapora. El transporte, encontrar el conjunto adecuado, el regalo ideal, los gastos de viaje... todo ello puede resultar abrumador, pero no tiene por qué. Te explicamos cómo asistir a una boda (o las que tengas) sin perder el control de tus finanzas.

Primero, hablemos de presupuestos, una palabra que no suele asociarse a las bodas, pero que no por ello es menos importante. Antes de responder «Sí» a todas las invitaciones, haz un repaso de tu situación financiera. ¿A cuántas bodas te han invitado? ¿Cuánto puede costarte cada una? Elaborar un presupuesto especial para la temporada de bodas te ayudará a tener en cuenta todos los posibles gastos, como la ropa, los viajes, el alojamiento y los regalos. Este vistazo estratégico a largo plazo te permitirá priorizar los eventos que puedes permitirte y decidir si tienes que rechazar educadamente alguna de las invitaciones que has recibido.

Si tienes que viajar para alguna boda, intenta reservar el viaje y los hoteles lo antes posible. Aprovechar las ofertas, puntos o millas puede reducir costes de manera considerable. Plantéate alojamientos alternativos, como Airbnb, o únete comparte con otros invitados un espacio más amplio. No solo ahorrarás dinero, sino que seguro que también te llevas unas buenas anécdotas extra de regalo.

A la hora de vestirte, resiste la tentación de comprar un nuevo conjunto para cada boda. Sé creativo con tu vestuario, mezclando prendas que ya tienes o buscando servicios de alquiler, que salen mucho más baratos y son opciones más sostenibles que añadir otro modelito a tu armario que te vas a poner una vez en tu vida. Recuerda que los accesorios pueden darte un toque totalmente distinto, de modo que podrás utilizar las mismas prendas de base con un nuevo look para cada ocasión.

Aunque quizás sientas la necesidad de comprar regalos lujosos, recuerda que con tu presencia en la boda ya contribuyes de manera significativa. Plantéate regalar en grupo con tus amigos o familiares para que hagáis un buen regalo sin que os cueste un ojo de la cara a cada uno. También puedes hacer regalos personalizados que tengan más valor sentimental que económico. A veces, una carta sincera escrita a mano junto a un regalo modesto puede ser un gesto muy significativo.

Si te invitan a varios eventos para la misma boda (pedida de mano, despedida de soltero/a, etc.), nadie dice que tengas que asistir a todos y cada uno de ellos. Recuerda que la sinceridad es la clave. Si conoces bien a los novios, comprenderán tus límites financieros.

Pero no te preocupes, porque con una buena planificación, comunicación abierta y una pizca de creatividad, podrás participar en las celebraciones sin entrar en bancarrota. Se trata de encontrar el término medio entre la responsabilidad financiera y el cumplimiento de tus compromisos sociales. 

Con N26, ahorrar para la temporada de bodas es facilísimo. Con las subcuentas de Espacios, puedes apartar dinero para gastos específicos, como los gastos de viaje de una boda. Aprovecha las Estadísticas para organizar tus finanzas, llevar un seguimiento de tus gastos y elaborar presupuestos para no perder de vista tus objetivos en la temporada de bodas. Además, con las notificaciones push estarás al tanto de la actividad de tu cuenta en tiempo real; así siempre tendrás el control de tu bienestar económico. Abrir una cuenta N26 solo lleva unos minutos, sin papeleo ni burocracia. Alcanza todos tus objetivos y construye un futuro seguro con una cuenta N26.